La moda de la vida 'notox': claves para alejarnos de objetos, emociones y alimentos que nos perjudican

  • Eres el paradigma de la vida sana, pero sientes que algo no funciona. La antropóloga y escritora Izanami Martínez ha investigado por qué. El resultado es ‘Vivir Notox’, un libro creado para identificar los comportamientos y sentimientos tóxicos que se apoderan de nuestra vida

Aprendió a hacer asanas antes que a andar. Hija de profesores de yoga, la suya fue una infancia creativa. Pero la mayoría de edad supuso la ruptura con todo lo conocido. Poco a poco entró la 'rueda del hámster': trabajar cada vez más horas con menos propósito y consumir desaforadamente procesados, azúcar, estrés, personas, puestos directivos… Durante unos años le parecía normal tener dolores crónicos de espalda, insomnio y cansancio. Cada vez más desorientada, se abonó a todo tipo de dietas y gimnasios. Y un día se quedó embarazada. Antes había estudiado Antropología y en pleno estado de buena esperanza se propuso ahondar en la felicidad. Más bien en el dolor que nos impide ser felices. Así llegó a Notox, el método que nos permite resetearnos, y a ‘Vivir Notox’, el libro que lo explica y que es también un viaje por su propia experiencia.

¿Qué es vivir Notox?

Para Izanami Martínez, “Vivir Notox es vivir desactivando el modo supervivencia, ese que cronifica nuestra cultura y nos impide desarrollar el potencial de crear la versión más única y extraordinaria de nuestra vida”. Según la antropóloga y escritora, son precisamente las competencias evolutivas que nos han permitido llegar a este estado de evolución las que ahora nos impiden crecer. La adrenalina nos ha hecho sortear peligros, y el cortisol, anticiparlos. Sin embargo, por poner solo un ejemplo, unos niveles altos de estas hormonas de manera habitual son perjudiciales para nuestro organismo. Estar en permanente estado de alerta nos lleva a enfermar.

Aunque esta interrelación entre cuerpo y mente es conocida desde hace tiempo y ha dado lugar a una industria cada vez más próspera, la de la búsqueda del bienestar, el método Notox se distingue de otras terapias porque, precisamente, no propone ninguna terapia, sino que va a la raíz del problema. "Después de diez años enseñando a miles de alumnos yoga, meditación y hábitos saludables y toda una vida practicándolos, me di cuenta de que, aunque mejoran nuestra calidad de vida, están solo ayudándonos a controlar los síntomas de algo mucho más profundo", explica. "El método Notox se basa en la antropología y los últimos descubrimientos de la neurociencia para identificar el origen del dolor e ir aplicando las estrategias prácticas que nos van a permitir ir poco a poco desactivándolo para poder acceder a todo nuestro poder y empezar a desarrollar nuestro potencial", afirma.

Nosotros, la principal relación tóxica (con ayuda de la sociedad)

En opinión de la autora, la única relación tóxica que tenemos es con nosotros mismos. Todas las demás son solo un reflejo. Necesitamos resetearnos desde cero para poder dejar de vivir en un modo de supervivencia cronificado, reconectar con nuestro potencial, y, claro está, disfrutar de una buena vida.

¿Cómo hacerlo? ¿A dónde debemos dirigirnos? En opinión de Martínez, a nosotros mismos y a la propia sociedad, la que ha implantado un modelo cultural basado en la perfección y la felicidad a toda costa. “La cultura en la que vivimos, que es a veces muy tóxica, está poniendo muchos de esos mecanismos evolutivos en nuestra contra y dando origen a males tan comunes como el sobrepeso, la ansiedad, la depresión, el estrés o enfermedades como las cardiovasculares”, afirma.

Para escapar a estas patologías, el método Notox invoca al poder de la mente. Según su creadora, “tenemos el poder neurológico de crear nuestra realidad. Nuestro cerebro no distingue entre lo que pensamos y lo que pasa fuera porque absolutamente todo lo procesa como pensamientos. Tenemos la extraordinaria capacidad de decidir cómo nos contamos nuestra vida y qué impacto químico creamos en nuestro cuerpo. Una vez que recordamos cómo utilizarla, nuestra capacidad de crear resetea y transforma nuestra vida”. La propuesta del método, por tanto, es crear la realidad en la que creamos, la más coherente con nuestras aspiraciones y nuestro sistema de creencias.

Atracones de hambre emocional

Vivir en modo Notox va más allá de no comer cosas tóxicas. “Podemos comer muy healthy, pero si no hemos resuelto el origen del dolor, vamos a seguir anestesiándolo con atracones de hambre emocional”, afirma Izanami Martínez. Serán atracones de aguacate, plátanos o ensaladas de quinoa, en vez de snacks o embutidos, pero seguirán siendo atracones producidos por un malestar emocional. “Nuestros hábitos mentales, físicos y alimenticios son la consecuencia de la relación que tenemos con nosotros mismos y hasta que no la reseteemos, cualquier intento por estar bien es como intentar vaciar una piscina con un colador”, resume esta antropóloga.

Seis ejercicios para vivir Notox

Izanami Martínez propone en su libro algunas prácticas que nos ayudarán a resetear nuestro interior. Vas a necesitar papel, boli y tiempo para pensar en ti.

Encontrar nuestro placer

Escribe sin pensar demasiado la lista de cosas, personas, situaciones y alimentos que usas para sentirte bien. Una vez hecho el listado, piensa en el grado de dependencia que sientes hacia ellos. ¿Te dan placer o te han generado una 'adicción'? Identifícalos, esos son los placeres que generan ruido interior y que te impiden escucharte.

Detectar la presencia del miedo

Este ejercicio pretende conocer lo presente que está el miedo en nuestra vida. Para ello, apunta las actividades que tienes que hacer en una semana en todos los ámbitos, del profesional al familiar. Después, apunta cuántas de esas actividades harías si no fueran a tener un impacto negativo en tu vida, las que harías solo por placer. Esta práctica sirve para que sepas cuánta presencia tiene el miedo en nosotros.

Estar presente

O el famoso Mindfulness. Empezar a entrenar la consciencia plena es más fácil cuando lo haces con una actividad placentera. Elige una actividad diaria con la que disfrutes, pero que realizas en modo automático y dale la vuelta. Piensa cada cosa que haces, repara en los colores, las texturas, los olores mientras respiras de manera consciente: aspirando por la nariz de manera que el aire inunde tus pulmones y exhalando despacio, también de manera consciente.

Hacer dieta de sentimientos

Apunta tres sentimientos que te gustaría experimentar cada día. Durante unos días, monitorízate, sé consciente de las veces que aparecen esos sentimientos, con cuánta frecuencia e intensidad. En otra fase, escribe cómo te has sentido: ¿con cuáles te identificas más? La tercera fase es la de pasar a la acción: tienes que tener identificado el sentimiento más corrosivo. Puede que incluso lo inspire una persona o una situación. Piensa en todo ello, escríbelo y verás cómo, poco a poco, esos sentimientos negativos comienzan a neutralizarse.

Ajustar las expectativas

Nuestras propias creencias sobre lo que tenemos que ser, desempeñar o tener regulan la autoestima. Y sin una autoestima en perfecto estado, es más difícil superar las tormentas vitales. Este ejercicio consiste en que describas la persona en la que intentas convertirte cada día: cómo es, cómo disfruta de su ocio, cuál es su trabajo, su entorno, su familia… Mientras, ‘escanea’ las sensaciones que te produce pensar en cada cosa. Aquellas que te producen rechazo son para ti una fuente de dolor sobre el que habría que trabajar.

Escribirse una carta

Estudiar y comprender la felicidad es uno de los objetivos de la Universidad de Berkeley. Uno de sus últimos estudios revela la importancia de escribirnos a nosotros mismo una carta de compasión que ponga en valor nuestros logros. Para escribirla, ponte en el lugar que estabas en los momentos que más han marcado tu vida y reconoce la fuerza y el valor que tuviste para superarlos. Esta es una de las prácticas más efectivas para soltar los sentimientos tóxicos del pasado.

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