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Las casas prefabricadas son una alternativa de hogar sostenible y económica a tener en cuenta. Y más aún, teniendo en cuenta los datos sobre consumo de energía y contaminación que se derivan de la construcción de las viviendas comunes: el sector de la construcción es responsable del 23% de las emisiones globales de CO2, el 40% del consumo de energía y el 40% de los residuos de demolición.
Dejar listo un hogar es una tarea que se extiende en el tiempo: la realización de un proyecto de construcción convencional de una vivienda de nueva planta en nuestro país supone, de media, entre 1,5 y 2,5 años. Sin embargo, hay veces que dependiendo del lugar puede costar más, al incluir la compra de suelo, licencias, proyecto, obra y fin de obra.
Los desvíos presupuestarios en las obras convencionales abarcan entre un 3% y un 5% del total, ya que durante las mismas suelen aparecer imprevistos: rehabilitaciones, modificaciones, retrasos...
Ante esta realidad y desde la perspectiva de que el modelo actual es mejorable, en nuestro sector se están empezando a buscar soluciones edificatorias que cumplan con estos seis requisitos: la menor huella de CO2 posible tanto en producción como en uso, la reducción del consumo energético, la no generación de residuos, la reducción de los plazos de construcción al máximo, la obtención de un precio cerrado sin desvíos y la búsqueda del diseño de calidad.
Estos condicionantes se están intentado resolver: no solo desde la construcción estandarizada o prefabricada en el taller, sino también desde oficios y fórmulas más tradicionales. Pero cuando hablamos de plazos, precios cerrados y eficiencia energética, la prefabricación, principalmente en madera (aislante, natural y reciclable 100%), es la ganadora.
Con todas estas premisas en la lista y siempre pensando en la conveniencia de un upper en términos de espacio, confort, adaptabilidad, accesibilidad y libertad, ahí van unos cuantos ejemplos de viviendas prefabricadas 100 % sostenibles, con sus precios y metros cuadraos. Antes de lanzarte a comprarlas, recuerda que cada autonomía tiene una legislación en lo que respecta a bienes inmuebles, por lo que deberás consultar con la autoridad competente.
Sin embargo, no nos engañemos: a pesar de ser modulares, prefabricadas, customizables, eficientes y bonitas, el precio por metro cuadrado de todas ellas no es más barato que el de la construcción convencional.
Es un modelo de un estudio de arquitectura español, Abaton. Se trata de una vivienda de un piso fabricada con virutas de madera unidas con cemento. Por dentro, es entera de cemento. Viene completamente equipada: un salón con cocina, un baño y una habitación. Se puede modular: es decir, ampliar zonas. El tiempo de fabricación es de entre 4 y 6 semanas y, una vez lista, la colocan en un día. Es, además, transportable. Recomendable para fines de semana.
Superficie: 27 metros cuadrados
Precio: 32.000 euros
La parte de abajo de esta vivienda es de espejo, por lo que el césped (o el suelo) se refleja, dando la sensación de que la casa flota. Por fuera es de paneles de aluminio, material que puede ser reciclado. El interior es de madera. Cuenta con un salón, una cocina, un baño y una habitación. También es modulable y permite incluir extras, como suelo radiante, placas solares o barandillas.
Superficie: 32,5 metros cuadrados
Precio: 36.500 euros
En 10 días está montada y es modulable y customizable, además de 100 % sostenible. Abstracta, contemporánea y modulable, se recomienda para estancias medias y largas.
Superficie: 36 metros cuadrados
Precio: 43.000 euros
Pasamos ahora a una vivienda más grande. Desde el estudio japonés Muji encontramos esta vivienda fabricada 100 % con madera. Está pensada para hacer vida tanto en el interior como en el exterior. Cuenta con grandes ventanales y está pensada para vivir a largo plazo.
Superficie: 100 metros cuadrados
Precio: 132.000 euros
Desde hace tiempo, en Australia y especialmente Estados Unidos está surgiendo una tendencia de cara a la jubilación: los nómadas. Personas que, una vez terminada su vida laboral, se montan en una caravana a recorrer mundo.
Las comunidades van desde 'The Grey Nomads' en Australia, hasta 'Workers on Wheels' en Estados Unidos.
Desde una perspectiva urbana, estos jubilados nómadas son quizás los más vanguardistas, ya que sus viviendas son totalmente móviles, su infraestructura de apoyo es enchufable y descentralizada y sus comunidades están dispersas y en continuo cambio.