La ecología llega a los cementerios: alternativas sostenibles al entierro tradicional

  • El 68% de los españoles prefiere la incineración al tradicional entierro

  • En España, no todos los cementerios aceptan féretros ecológicos

Uno de noviembre. Día de Todos los Santos. Los cementerios se llenan de familias que, con sus flores, recuerdan a los que ya no están. La esperanza de vida media en nuestro país, según los datos del INE, se sitúa en 83,24 años y la decisión de qué queremos que nos pase después de la muerte se adapta, cada vez más, a los nuevos tiempos. El 68% de los españoles prefiere la incineración al tradicional entierro, asegura la OCU, pero la nueva tendencia es, además, hacerlo de forma respetuosa con el medio ambiente.

Hidrólisis y urnas eco-friendly

Es la alternativa a la cremación tradicional que intenta limitar los elementos contaminantes que se producen durante el proceso. La técnica consiste en introducir los restos mortales en un cilindro de acero a presión con una mezcla de hidróxido de potasio y agua a 170 grados. El resultado son unas cenizas que se les entregan a los familiares.

Sin embargo, esta técnica no está libre de polémica ya que el agua empleada, tras unos controles de seguridad, se tira por el desagüe. Esto provoca que la legalidad varíe mucho según el país. En Estados Unidos y Canadá se emplea libremente, mientras que en Europa solo en algunos. En el nuestro, de momento, se está estudiando.

Respecto al recipiente donde guardar las cenizas, las urnas biodegradables son una de las principales apuestas para aquellos que se preocupan por el impacto medioambiental. Las opciones son variadas. Van desde propuestas que permiten que los restos reposen en el mar o en los bosques, respetando el ecosistema, hasta compañías que permiten que las cenizas y su urna, tras ser enterradas, se conviertan en un árbol.

Féretros ecológicos

Para ese 32% que todavía prefiere la inhumación tradicional también existen opciones en las que los materiales son respetuosos con la naturaleza. Para su construcción se emplean cartón reciclado, celulosa, bambú, arroz o incluso piel de patata. Tras ser tratados aguantan 120 kilos y se degradan mucho más rápido que los de madera. Tras varias batallas legales, en España ya se pueden utilizar, eso sí, el cementerio en el que lo quieras enterrar debe aceptar este tipo de féretros.

No obstante, también hay empresas españolas que fabrican ataúdes de madera ecológica, que se comprometen a que sea de proximidad, maciza y a que el resto de materiales utilizados tengan el certificado ecológico de origen. Respecto a su interior, también se tapiza exclusivamente con textiles naturales, especialmente de algodón orgánico.

¿Y si nos olvidamos de las cajas?

En Washington, en Estados Unidos ya es una realidad. A partir del próximo mes de mayo el cuerpo de los fallecidos se podrá emplear como abono mediante un proceso de reducción orgánica natural que acelera la descomposición de los restos y los convierte en compost. Según afirman desde el Gobierno, si todos los estadounidenses optaran por esta opción, se ahorraría energía equivalente a la necesaria para abastecer 54.000 hogares al año.

En Italia, optan por un contenedor en forma de huevo en el que se introduce el difunto y sobre el que se planta un árbol. Este tiene un indicador geográfico que permite a la familia, generación tras generación cuidarlo. O una apuesta aún más atrevida. Un traje completo que está pensado para cultivar hongos que descompongan más rápidamente los restos.