Internet se ha convertido en un lugar maravilloso en donde conseguir la información que buscas a través de sencillas consultas a golpe de un clic, de estar informado por lo principales medios de comunicación, de mantener en contacto con la gente a la que quieres, e incluso una vía a través de la que se puede conocer a nuevas personas, hasta es posible encontrar el amor. No son pocas las aplicaciones que existen en la red que tienen como finalidad encontrar a un compañero de vida, aunque muchas veces salga rana. Sin embargo, hay que estar muy atento a lo que nos encontramos ahí, porque los timos y las estafas en Internet llegan también al ámbito romántico.
En los últimos días se ha estado hablando del ‘timo del amor’, después de que la Policía Nacional desarticulase a un grupo de 18 personas en Málaga que estaba creando perfiles falsos y que lograron estafar más de un millón de euros a unas 90 personas en toda España. ¿Cómo? A través de diferentes artimañas con las que lograban la atención amorosa de sus víctimas hasta el punto de que lograban acceder a su dinero.
Por medio de un comunicado, la Policía explica que con su propia estrategia los estafadores simulaban un romance virtual con sus víctimas en el que, una vez lograban ganarse su confianza, les pedían dinero. Todo, claro está, a través de perfiles falsos con los que iniciaban relaciones a distancia.
Para intentar levantar las menos sospechas posibles, los ciberdelincuentes les pedían el dinero con diferentes excusas, como para poder viajar y conocerse en persona, para ayudar a supuestos familiares que están enfermos, e incluso porque dicen que tienen algo retenido en la aduana. Una vez les llegaba el dinero, bloqueaban a sus víctimas y a por la siguiente.
Evitar caer en la trampa es fácil siempre que tengamos claras ciertas cuestiones para que no nos estafen y podamos identificar que la persona que está al otro lado de la pantalla no es real y que no está suplantando la identidad de otra persona.
Por otro lado, entre las principales recomendaciones también está el no enviar dinero nunca a personas que no conoces personalmente en la vida real. Si ya hay que desconfiar en persona, mucho más en el ámbito virtual. En todo caso, y para evitar futuros quebraderos de cabeza, tampoco envíes información confidencial o imágenes comprometidas que en un futuro pueden utilizar para extorsionarte. Si te ves en alguna de estas situaciones, antes que nada, denuncia ante las autoridades.