¿Hay que declarar en la Renta las prestaciones para estancias en residencias de mayores?

La dependencia puede definirse mediante un estado en el que una persona, por diversas situaciones relacionadas con la edad, enfermedad o alguna discapacidad, requiera de la atención de otras personas que le ayuden a realizar las actividades básicas de la vida diaria. Algunas de las principales causas de dependencia en personas mayores pueden ser la pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual, lo que conlleva a una necesidad de asistencia o ayudas para desarrollar los actos elementales del día a día tales como bañarse, moverse, vestirse o alimentarse.

La importancia de disponer de ayudas públicas, tanto de forma asistencial como económica, que ayuden a costear los servicios para las residencias de mayores, es fundamental para que la sociedad funcione y evolucione, por lo que existe la ley de dependencia para personas mayores. 

Dentro de las rentas exentas de tributar en el IRPF figuran las ayudas públicas para la estancia en residencias para mayores de 65 años. Una exención que también sirve para personas con minusvalías.

Residencias públicas

Ahora, las residencias de mayores públicas son centros que su administración está financiada totalmente por la Comunidad Autónoma en la que se encuentre ubicada o por el ayuntamiento de la provincia. Por lo tanto, como las plazas son financiadas por el Estado, para ingresar o obtener una plaza en este tipo de residencia es necesario cumplir una serie de requisitos que varían según cada comunidad. Pero el objetivo principal de las residencias públicas es favorecer a las personas mayores dependientes o ancianos sanos de bajos recursos financieros. 

 ¿Cuáles son los requisitos?

Cuando las personas llegan a cierta edad o se inicia un grado de dependencia elevado, las familias toman la decisión de contar con los servicios de una residencia para mayores, buscando la mejor asistencia para ofrecerle a su ser querido una mejor calidad de vida. La primera opción que se presenta es una residencia de ancianos, porque es el único lugar que el anciano recibirá todo los cuidados necesarios y básicos para estar física y mentalmente bien, ya que en los centros de mayores se encuentra un grupo de persona especializadas en el cuidado de adultos mayores, atendiendo todas sus necesidades las 24 horas del día.

Pero lo complicado es conseguir una residencia que se ajuste a la disponibilidad económica de la familia. Las residencias privadas suponen un gran coste mensual, y en el caso de las residencias públicas, actualmente hay una gran demanda, así que su accesibilidad es limitada.  

Conocer los requisitos para entrar en una residencia de ancianos es hoy en día indispensable para muchas familias que piensen en el cuidado de su ser querido, y aunque estos requerimientos no son del todo generales, ya que en cada Comunidad Autónoma establecen sus propios parámetros, existen, de acuerdo con la Ley de Dependencia existen algunas condiciones únicas. 

  • Tener 65 años. La edad mínima como requisito para entrar en las residencias públicas es de 65 años, como edad general. Pero en algunas Comunidades Autónomas no es tan significante la edad, sino el grado de dependencia de la persona. Aunque en España, la edad más común de las personas que entran en las residencias es de 80 años, ya que es muy difícil conseguir plazas públicas o es un proceso que toma su tiempo.    
  • Estar Empadronado. Otro requisito indispensable para obtener una plaza en una residencia pública es estar empadronado en el municipio donde se vaya a solicitar el ingreso de la residencia con tiempo mayor de 6 meses, aunque en algunas comunidades suelen pedir un máximo de dos años de empadronamiento.
  • Sin Sanciones. En el caso de haber estado anteriormente en una residencia de mayores, no poseer ningún tipo de sanción.
  • Diagnóstico de Dependencia. Tener un certificado médico o social donde acredite ser una persona dependiente y que necesita vivir en una residencia bajo los cuidados las 24 horas del día. 
  • Otros requisitos generales. Dentro de los requisitos generales, el adulto mayor para optar por una plaza pública no debe tener alguna enfermedad contagiosa. Además, no sufrir ningún trastorno mental grave que pueda descomponer la convivencia dentro del centro de mayores. 

Optar por una plaza en una residencia pública puede ser un camino muy largo, pero que resulta en buenos términos en relación con costo, pero para las personas que tengan las posibilidades de ingresar en una residencia privada es una opción más válida, porque no requiere de ningún tiempo de espera. Además, las residencias privadas pueden ser una opción mientras esperan la resolución de los Servicios Sociales si se requiere con mucha necesidad el cuidado del adulto mayor por parte profesionales. Pero en conclusión general, las residencias privadas y públicas en España son centros donde los residentes reciben atención de primera calidad, porque su objetivo es velar por el bienestar de los adultos mayores y mantener y reforzar sus capacidades físicas y mentales. 

Aunque España ofrece a la comunidad diferentes opciones, para las personas que están en espera de la resolución, o las que se les ha negado la plaza pública,  los centros de día para personas mayores, las ayudas a domicilio y el servicio de teleasistencia.