¿Por qué estamos pagando cada vez más comisiones bancarias?

  • Las comisiones bancarias son libres y los bancos pueden cobrar por sus servicios lo que decidan con algunas condiciones

  • Los bancos están obligados a comunicar a sus clientes cuáles son las comisiones y gastos que están pagando, el importe de estos y también su concepto

  • Te contamos cuáles son las comisiones bancarias más comunes y cómo evitarlas

El cobro de comisiones se ha convertido en un negocio muy rentable para la banca. Y, aunque es verdad que hay algunas comisiones que son inevitables, también hay otras que no lo son por lo que no deberían seguir siendo una preocupación para ti y, sobre todo, para tu bolsillo. Las comisiones bancarias son el dinero que te cobran los bancos por prestarte sus servicios. Pueden cobrarte, por ejemplo, por tener una cuenta corriente, por entregarte una tarjeta de crédito o por hacer una transferencia.

La realidad es que las entidades bancarias están imponiendo cada vez más comisiones a los consumidores, con cuantías más elevadas y condiciones más difíciles de evitar, llegando a alcanzar hasta los 240 euros anuales únicamente por servicios de mantenimiento de cuenta, para compensar las caídas en otros ingresos. Aunque puedes pagar comisiones por cualquier servicio (contratar una hipoteca, invertir en acciones, etc.), las comisiones bancarias de las cuentas corrientes son las más habituales.

No obstante, los bancos están obligados a comunicar a sus clientes cuáles son las comisiones y gastos que están pagando, el importe de estos y también su concepto. Por tanto, si el banco te cobra por un servicio que no ha prestado, que tú no has solicitado o que no te puede imponer, se considerará indebido. En este sentido, es importante que estés bien informado de las comisiones que te van a cobrar y recuerda que, si el banco cambia las condiciones, te deberá avisar con antelación. Si no es así, puedes reclamarlas. De la misma manera, si tu banco te pide una comisión por un servicio que no aparece en tu contrato, también deberá de informarte antes de cobrártela. Debes aceptarla expresa o tácitamente y, además, tiene que estar publicada en la web de la entidad y a tu disposición en las sucursales.

¿Qué comisiones bancarias te pueden cobrar y cómo evitarlas?

  • Comisión de mantenimiento y administración: es la comisión más básica, la que se cobra únicamente por tener una cuenta en el banco. La tendrás que abonar anual, semestral o trimestralmente, en función de la entidad con la que tengas el producto. Es la más fácil de evadir. La solución fundamental es cumplir con los requisitos de vinculación que impone la entidad para reducir el coste a cero. No obstante, de no cumplirlos, siempre puedes cambiar, mirar ofertas, y ver que existen cuentas sin comisiones y sin condiciones de vinculación. 
  • Comisión por descubierto o por posición de saldo deudor: la comisión más alta de las comentadas. La tendrás que abonar cuando tu cuenta esté en números rojos y sea el banco quien tenga que adelantar dinero para saldar las deudas. A priori, parece hasta un favor de la entidad, pero el problema viene con los intereses del préstamo, que en muchas ocasiones pueden irse hasta el 15% de la cantidad prestada; un porcentaje también elevado que se puede reclamar. Tal y como recoge el Banco de España, la podrás reclamar siempre que sean superiores por 2,5 el interés del legal del dinero (dicho interés está en un 3%, por lo que si te han aplicado un 7,5% lo podrás reclamar). Asimismo, si tienes una cuenta inutilizada y te cobran comisión por descubierto, también la puedes reclamar. 
  • Comisión por transferencias o ingreso de cheques: cobrar comisión por realizar transferencias nacionales o dentro de la zona SEPA (entre cuentas del Espacio Económico Europeo) no es común, pero sí que hay algún banco que sigue exigiendo esta cantidad. La que sí que aplican algunos bancos y de las que no te podrás librar son las comisiones por las transferencias fuera de la zona SEPA, en la que se aplicarán las cantidades por cada entidad (tanto SHA como OUR), las cuales están en torno al 0,7-0,8% con un mínimo de 18-35 euros, en función del banco. Asimismo, son varios los bancos que también cobran comisión por hacer una transferencia inmediata. El importe suele ir de los 0,9 a los 3€ dependiendo de la entidad financiera. 
  • Comisión por retirar efectivo: la comisión por retirar efectivo se te aplicará cuando saques dinero en cajeros que no sean de la propia entidad o no formen parte de su red. Una vez cobrada, es más que probable que tengas que abonarla. Los bancos son muy rígidos en esta cuestión y todos ellos informan de los cajeros en los que puedes sacar dinero sin comisión. 
  • Comisión por acudir a las oficinas: Dada la digitalización de las entidades bancarias, son varias las que cobran comisiones si acuden a la oficina o haces una operación en ventanilla, algo que ha perjudicado especialmente a la tercera edad, poco a nada habituada a estas herramientas tecnológicas. Así, es posible que te cobren por hacer determinadas operaciones en las sucursales: 
  • Ingresos o retiradas de efectivo de la cuenta corriente o de ahorro. 
  • Emitir e ingresar cheques bancarios. 
  • Realizar transferencias, entre otras operaciones.