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Tan importante es enseñar a los hijos a realizar tareas domésticas o inculcarles unos valores positivos como instruirles para que desarrollen una buena relación con el dinero desde muy temprana edad. Hablar con los niños sobre ello, de manera adaptada a los años que tienen, de un modo divertido y fácil de entender, debería ser una conversación esencial para que sepan cómo funciona el mundo.
Los niños son capaces de captar ciertos conceptos sobre finanzas a partir de los seis años. Que empiecen a manejar su dinero, comprendan su valor y aprendan a ahorrar es lo que les permitirá tener una buena salud financiera cuando sean adultos. Para hacerlo como padres de la mejor manera posible, la especialista en finanzas Alexa von Tobel, formada en la Universidad de Harvard, ha compartido algunos consejos en la CNBC.
En primer lugar, la fundadora y socia gerente del fondo de riesgo Inspired Capital subraya que encontrar el tono con el que abordar las finanzas con los niños es clave para captar su atención y enseñarles a tener una relación sana con el dinero. No se trata de que los pequeños adoren el dinero, pero tampoco que lo teman. "Es una herramienta que te ayuda a vivir la vida que deseas", señala Von Tobel.
"No debe ser ignorado, ni tampoco ignorarse", puntualiza la inversora. Desde una edad temprana, los niños deben aprender que las tarjetas de crédito no son como varitas mágicas con las que se puede comprar todo lo que se desee, sino que obtener el dinero cuesta trabajo.
La especialista de Harvard recomienda adoptar un enfoque práctico para que los niños puedan entender lo que valen las cosas. Convendría adaptarse a artículos de uso cotidiano que sean de su interés, como los juguetes, una bolsa de patatas fritas o una botella de zumo para que entiendan su valor, o la diferencia de precio según el lugar en el que se adquiere el producto.
Por ejemplo, es importante que entiendan la disparidad que hay entre una botella de agua adquirida en el supermercado frente a la que se compra en el parque de atracciones. Así podrás enseñarle que los costes cambian y cómo no todo lo que demanda puede conseguirlo al momento.
Para que un niño tenga interés por aprender de finanzas hay que hablar con él de una manera divertida y optimista. Siendo serios y farragosos solo conseguiremos que pierda el interés inmediatamente. Una técnica que recomienda Von Tobel es preguntarle en qué le gustaría gastar el dinero y repasar con él distintas técnicas para ganar y ahorrar dicha cantidad.
Para ello podemos recurrir a dinámicas como decorar frascos de diferentes tamaños para recolectar monedas sueltas, las cuales puede destinar objetivos de gasto pequeños, medianos y grandes. Según la experta, orientando a los niños desde una temprana edad, asociarán estos hábitos a una experiencia positiva.