¿Por qué tu cuenta corriente y tu cuenta de ahorro deberían estar en bancos distintos?

  • Disponer de todo el dinero en una sola cuenta nos predispone a no deparar en gastos con el peligro que suponen los caprichos

  • El objetivo es alejar la tentación de 'tirar de ahorro' a la mínima

  • Dos cuentas, una para gastar y otra para ahorrar, en dos entidades bancarias es lo que aconsejan los expertos

Cada final de mes, al comprobar nuestra cuenta del banco nos bombardeamos con la misma pregunta: ¿cuándo voy a conseguir ahorrar? Una de las primeras recomendaciones de los expertos en finanzas es separar el ahorro del gasto incluso en entidades bancarias diferentes. En Uppers hemos consultado a un gestor porqué deberían estar en bancos distintos la cuenta corriente y la de ahorro. La respuesta es muy simple: para mantener a salvo nuestros ahorros de nosotros mismos.

Por una parte, disponer de todo nuestro capital en una misma cuenta inmediatamente hace que se dispare el gasto. Si consultamos el saldo y vemos que contamos con efectivo suficiente nos compraremos esas botas tan bonitas y tan caras o reservaremos una mesa en el restaurante al que recientemente le han concedido una estrella Michelin. Es decir, no solo no ahorraremos nada, sino que gastaremos más.

Los gestores financieros insisten en que lo primero es dividir el ingreso mensual de la nómina en dos cuentas de bancos distintos. De este modo, en una se hará frente a los gastos y recibos como el alquiler, la luz, el móvil, el gimnasio, el colegio, las clases de guitarra e incluso el ocio ya sea una cena o unas entradas de teatro.

En la otra cuenta, que además debería pertenecer a una entidad bancaria diferente, habrá un ingreso mensual destinado al ahorro. Será el mejor mecanismo de defensa para tener este dinero menos accesible y estrictamente controlado. La idea es “esconderlo”, alejar la tentación de disponer del dinero ahorrado y acudir siempre a la cuenta de los gastos.

Elabora un presupuesto anual de gastos

El segundo paso para lograr un ahorro consiste en elaborar un presupuesto mensual para tener bien claro cuántos euros suponen los gastos fijos (hipoteca, comida, comunidad…) y añadir una cantidad más baja para los otros gastos variables: el ocio o posibles regalos de cumpleaños, por ejemplo. La tercera parte de los ingresos es la que iría destinada al ahorro.

En la mayoría de los hogares es más funcional y real hacer un presupuesto del conjunto de gastos de todo el año porque algunos de ellos suelen son anuales: es el caso de los seguros del coche o de la casa o de impuestos como el Impuesto de Bienes Inmuebles.

Una vez queda claro el gasto total es cuando llega el momento de destinar una parte al ahorro. Los expertos aconsejan pagarte a ti mismo en primer lugar. Es decir, hacer una transferencia a la cuenta destinada a ahorrar de ese otro banco el mismo día que recibes el ingreso de la nómina.

En Uppers sabemos que guardar esa parte de nuestros ingresos es difícil y a veces un esfuerzo significativo, pero la recompensa es maravillosa: desde una seguridad económica de cara al futuro, hasta comprar sin agobios una nevera nueva o pasar las vacaciones en esa isla remota y soñada de Maldivas.