Juan Torres y las diez mentiras económicas hoy en España: "Si no hay cambios vamos a entrar en una fase muy difícil"

  • Juan Torres desgrana las diez principales mentiras económicas que siguen circulando hoy en día por nuestro país

  • Una de ellas es la que asegura que el envejecimiento de la población hará imposible financiar las pensiones públicas

  • También nos cuenta cómo ve la situación actual con la subida de precios y la crisis de las materias primas

"La subida del salario mínimo provocará despidos"; "el envejecimiento de la población hará imposible

financiar las pensiones públicas"; "para crear empleo hay que bajar los sueldos"... Estas afirmaciones son solo algunos de los mantras económicos que escuchamos día sí y día también de la boca de nuestros políticos de un lado y de otro, pero... ¿qué tienen de verdad y qué de mentira? En Uppers hemos hablado con el economista Juan Torres, que acaba de lanzar 'Econofakes: Las 10 grandes mentiras económicas de nuestro tiempo y cómo condicionan nuestra vida' (Deusto, 2021), para que nos explique cuánta verdad y, sobre todo, cuánta mentira, hay en la situación actual.

Las pensiones, objetivo número 1 de las mentiras económicas

"No es fácil decir cuál es la mentira más grande de la economía pero, en estos últimos tiempos, las que más fuerza tienen son las que tienen que ver con las pensiones", empieza Torres. Estamos acostumbrados, en los últimos tiempos, a oír discursos que relacionan el envejecimiento de la población con una posible quiebra del sistema de pensiones, basándose en que si no entran nuevos cotizantes en la base, no se puede sostener a los que están arriba de la pirámide, tachando incluso el sistema de "estafa piramidal".

"Lo de que el sistema de pensiones es una estafa piramidal es una broma de gente que se podría dedicar al circo, es como decir que la administración de justicia también lo es. Es mentira que el envejecimiento de la población haga imposible que se financien las pensiones. Lo que hace falta es que haya ingresos, que haya producto, y eso no depende solo de la cantidad de gente que trabaje. Para que haya tarta para todos la idea no es que haya poca gente para repartir, sino que la tarta sea más grande", responde Torres.

La mentira de que el problema básico de la economía es la escasez

Ahora que todo el mundo habla de la escasez de productos, materias primas, gas, energía, etc., Torres destaca en su libro que una de las consecuencias de la mentira de que el problema básico de la economía es la escasez es que que permite soslayar el debate sobre la cuestión principal: cómo están distribuidos los recursos. "Se da por hecho que son escasos porque se da por buena una distribución de ellos que produce la escasez y lo que entonces se plantea es la elección entre opciones de reparto que respetan el criterio de distribución establecido".

Sin embargo, es cierto que la escasez puede estar provocando un aumento de los precios y, por tanto, del IPC, y esto no es nada halagüeño para el economista. "La subida del IPC va a afectar muy negativamente. Vengo preocupado porque hay unos problemas en la economía internacional muy potente, en el lado de la oferta, donde se producen los bienes. Suben los precios, la energía, y eso pega un tirón importante y es muy preocupante. Además está acompañado de un frenazo en la actividad", dice.

También entraña riesgo porque, a juicio de Torres, "hasta ahora se ha dicho que la inflación se combatía subiendo los tipos de interés, pero ahora vamos a comprobar que la ortodoxia monetaria no existe, porque si suben los tipos ya es la última puntilla para la economía".

¿Hay algún brote verde en la economía?

Con tanta mentira económica y tantos malos augurios, la pregunta obligada es saber si hay algún dato optimista en toda la coyuntura actual. "Creo que estamos en fase de recuperación pero si no es suficientemente vigorosa y si no se aprovecha para cambiar las cosas que han funcionado mal y de momento no se están cambiando nos podemos encontrar con dificultades", nos avanza Torres.

¿Y hay alguna solución? "Hace falta que el Gobierno se dé cuenta de que las cosas no van como estaban previstas y que hay factores externos a la economía española que son muy preocupantes, y hay que ser flexible porque si no España se va a poner en un atolladero y en situación complicada para muchos. Si no hay cambios vamos a entrar en una fase muy preocupante y muy difícil".

Las otras mentiras económicas que circulan todos los días

En su libro, Juan Torres desgrana el resto de mentiras económicas que siguen hoy en día en la palestra y también otras históricas que todavía están vigentes en la actualidad.

  • El precio de los bienes y servicios lo determinan las leyes de la oferta y la demanda: "La realidad fácilmente observable es que el precio no viene dado automática y autónomamente por el mercado, como se da a entender cuando se dice que es el resultado de la ley de la oferta y la demanda, sino que lo fija el productor tratando de conseguir beneficio al venderlo, para lo cual debe ser capaz de apreciar lo que el consumidor va a estar dispuesto a pagar por él".
  • El capitalismo es la economía del mercado libre y la competencia: "Es evidente que la oferta y la demanda funcionan también en mercados donde alguna empresa tiene poder de mercado suficiente para fijar los precios y cantidades a su favor, es decir, que no son 'libres' en el sentido de la competencia perfecta".
  • Se recibe como salario o como beneficio lo que cada cual aporta a la producción: "La vida diaria de las empresas y los trabajadores muestra que el reparto de los ingresos entre salarios y beneficios es más bien el resultado de la diferente capacidad de negociación que en cada momento tengan trabajadores y propietarios del capital, bien a la hora de negociarlos directamente, o de imponer las normas legales de las que depende el funcionamiento de los mercados laborales en cada momento".
  • El dinero es un simple medio de cambio, y los bancos, intermediarios: "Quien tiene el dinero tiene el poder y la capacidad de decidir e influir sobre las condiciones de vida de las demás personas. Y quien lo pueda crear tiene, por tanto, un doble privilegio, no sólo el de disfrutar de ese inmenso poder, sino el de concedérselo a quien lo ponga en sus manos".
  • Para crear empleo hay que bajar los salarios: "No hay evidencia que permita afirmar que para crear empleo sea necesario que bajen los salarios. En la realidad ha ocurrido más bien lo contrario y se ha podido demostrar que hay otros factores, distintos a la evolución de los salarios, que explican las variaciones en el empleo y en el paro".
  • El Estado es el problema porque el gasto público es dinero tirado: "El gasto público nunca es dinero tirado, es dinero puesto a circular en la economía, aunque eso no quiere decir, lógicamente, que no haya que discutir el mejor uso que convenga darle en cada momento".