De la brevedad al voluntariado: adaptar tu currículum si buscas trabajo a partir de los 50 es básico

  • El currículum puede ser clave a la hora de recibir una llamada para una primera entrevista de trabajo, por eso hay que seleccionar bien qué información detallamos en él

  • A partir de los 45 años puede ser más complicado encontrar un empleo, por eso te damos algunos tips que pueden elevar algo más tu perfil profesional

Encontrar trabajo no es fácil, ni para los de 20, ni los de 40, ni los de 50. Los más jóvenes aún pueden continuar con sus estudios, especializarse y poco a poco coger esa experiencia que les piden. Pero a partir de cierta edad parece que la búsqueda de empleo se complica un poco más. Algunas empresas ven a los mayores de 45 años en búsqueda activa de empleo como un ‘lastre’, algo obsoletos, pero nada más lejos de la realidad. Son trabajadores con años de experiencia a sus espaldas que pueden aportar mucho tanto de forma individual como de forma colectiva a una empresa. El currículum es la primera carta de presentación para conseguir, al menos, esa primera entrevista, así que hay que trabajarlo perfectamente.

Muchos desempleados, en especial los que ya superan los 50 años, creen que no volverán a trabajar nunca. Pero ese ‘nunca’ hay que borrarlo de la mente, sé positivo y prepara tu currículum para no dejar indiferente a los encargados de recursos humanos. No tienes nada que perder, pero sí mucho que ganar, así que, ¡adelante!

El currículum: breve

Tener más de 40 años lo más probable es que signifique que tienes una carrera profesional de varios años y puede que en más de un ámbito profesional. Por eso mismo, antes de poner absolutamente toda tu trayectoria profesional, párate a pensar qué es lo más relevante y significativo que puede llamar la atención de la empresa y que puede hacerte el candidato idóneo para el puesto. Coloca tus últimas experiencias laborales primero, pues suelen ser en las que más se fijan. Y por lo que sea, que el currículum no sea más de dos páginas (a una sola cara).

Adapta el currículum para cada puesto

Si a lo largo de tu carrera profesional has desempeñado varios puestos e incluso en distintos sectores debes sacar provecho de ello. Tu amplia experiencia puede hacerte válido para más de un puesto, por lo que adapta varias versiones de tu currículum para cada una de ellas. Puedes tener uno genérico y, si encuentras una oferta muy específica, moldear tu experiencia a lo relacionado con ese puesto para llamar la atención de los seleccionadores.

Destaca lo importante

Durante tu carrera haces mucho más que desempeñar un puesto, por eso en cada experiencia que selecciones debes aportar algo que te haya hecho destacar cuando ostentabas ese puesto: proyectos llevados a cabo, clientes con los que se trabajó o innovaciones que se implementaron. De esta manera no solo muestras que tuviste un puesto de trabajo, muestras lo que llegaste a aportar como profesional a ella y lo que podrías ofrecer en el puesto al que optas.

Estudios sí, pero reciclados

Muchas profesiones no dejan de avanzar y de renovarse cada cierto tiempo, por lo que en ocasiones tus titulaciones pueden no ser suficientes. Por eso mismo destacar las nuevas competencias que has adquirido a través de cursos o formaciones es importante, no solo muestran que estás en constante aprendizaje, sino que también tienes interés en renovarte y estar al día en las novedades de tu sector.

El uso de Internet: más que importante

El mundo de la tecnología domina prácticamente todos los puestos de trabajo, por tanto debes tener nociones básicas de informática, como el manejo de Word, Excel o del correo electrónico, claves en la mayoría de puestos. Y por supuesto, las redes sociales, en especial LinkedIn y otras más personales como Twitter. Muchas empresas lanzan sus ofertas a través de redes o incluso requieren para el puesto que se sepan utilizar, por lo que estar presente en ellas es más importante de lo que puede parecer. Además, a través de las redes puedes hacer contactos que pueden serte de gran ayuda.

El voluntariado, más valorado de lo que crees

La presencia de un voluntariado en el currículum puede ser más que destacable. Si se ha estado parado durante un largo periodo esto puede llamar la atención, de forma positiva, en el área de recursos humanos. Haber hecho un voluntariado puede dar una imagen de una persona comprometida, dinámica, inquieta y que es capaz de trabajar en equipo, un aspecto cada vez más reseñable dentro de las empresas. En definitiva, un punto a favor dentro del currículum.