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Todos hemos experimentado en alguna ocasión cómo en una entrevista de trabajo se nos han planteado preguntas no relacionadas aparentemente con el puesto ofertado, algunas de las cuales nos han podido parecer incluso incómodas. Por ejemplo, no es aceptable que nos pregunten si se ha sufrido o se sufre una enfermedad determinada, o si se está recibiendo algún tipo de tratamiento. Pues bien, la nueva ley de Igualdad de Trato y No Discriminación va a prohibir este tipo de cuestiones.
La Comisión de Igualdad del Congreso ha aprobado el texto este miércoles tras un acuerdo entre PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos y ahora será enviado al Senado. Se trata de una norma muy ambiciosa, profundamente remodelada durante la fase de la ponencia y que incorpora numerosas novedades, como las que afectan al "derecho a la igualdad de trato y no discriminación en el empleo por cuenta ajena".
La norma excluye "limitaciones, segregaciones o exclusiones por razón de las causas previstas" en la propia ley, en la Constitución y en el acervo comunitario, y que son: sexo, origen racial o étnico, discapacidad, edad, religión o creencias y orientación sexual. Los grupos parlamentarios han añadido también el estado de salud -en lo que se incluyen enfermedades, serología o predisposición genética a sufrir patologías y trastornos-, la lengua y la situación socioeconómica.
No podrá haber discriminación por estos motivos en el proceso de selección, durante la formación, en la etapa de promoción, en la retribución y en la organización de la jornada laboral. Tampoco en la suspensión de empleo y sueldo, ni en el despido o lo que provoque la extinción del contrato.
Es la primera vez que se tipifica la prohibición de las preguntas sobre la salud de los aspirantes a un puesto de trabajo durante la entrevista. No preguntar por la salud era recomendable, pero hasta ahora no había ninguna regulación legislativa.
El PSOE registró la propuesta hace más de un año, en enero de 2021, y la bautizó como ley Zerolo, en homenaje a uno de sus históricos dirigentes, ya fallecido. Una serie de casos de odio contra personas LGTBI motivó el registro de la iniciativa. Debido al atasco legislativo, el proyecto ha estado meses en estado de latencia, hasta ahora. El grupo socialista ha señalado que se trata de una "medida histórica" que se consigue tras "un año" de trabajo "incansable" para sacar adelante esta propuesta de ley.
La norma también contempla otros avances en sintonía con los tiempos. La violencia digital que sufren en gran medida las mujeres ha motivado la incorporación de un nuevo artículo, el 49, que faculta a los poderes públicos a dar un "tratamiento específico" a los casos en los que "las agresiones o acciones que inciten al odio, la discriminación e intolerancia se hayan realizado utilizando las nuevas tecnologías o a través de las redes sociales".
La ponencia también se ha focalizado en los algoritmos y en la inteligencia artificial. En el artículo 21 de la ley se insta a las administraciones públicas a impulsar "la puesta en marcha de mecanismos para que los algoritmos involucrados en la toma de decisiones" no incurran en sesgos.