Sin darnos cuenta hay un negocio que se ha expandido en estos años. Hablamos de la venta de pueblos españoles que están abandonados. No son pocos los que se han vendido, hace poco hablábamos de Salto de Castro, que ya ha encontrado comprador, incluso había competencia por ver quién se hacía con la pequeña localidad. Ahora, un pueblo nuevo sale a la venta, Salto de Saucelle, en Salamanca, en el entorno privilegiado del Parque Natural de Arribes del Duero, junto a la frontera con Portugal. ¿Cuál es su precio? ¿En qué estado se encuentran las viviendas? ¿Qué servicios ofrece?
Tal y como Idealista ha publicado, Salto de Saucelle ha salido al mercado inmobiliario con 32 viviendas que están en perfecto estado, para entrar a vivir, además de contar con un hotel, también en buenas condiciones. “El poblado se construyó cuando se hicieron las represas por ingenieros expertos, por lo que las calidades son buenas, con muros de piedra de hasta 50 centímetros”, señala la consultora que gestiona la venta del pueblo, Royal Invest.
En total, Salto de Saucelle ocupa un terreno de 188.000 metros cuadrados, con una superficie construida de 5.500 metros cuadrados. De esta manera, explican que en total hay 26 bungalós o casas que ya están completamente equipadas y otras seis viviendas en construcción, mientras que el hotel cuenta con 21 habitaciones para huéspedes. Además, hay “acceso al rio Duero, por lo que se pueden practicar todo tipo de deportes rurales en el agua”.
Hablar de que las viviendas están equipadas es decir que cuentan con vitrocerámica, nevera, lavavajillas, microondas, menaje, aire acondicionado, televisión, calefacción y una instalación preparada para Internet. Así, no hay que hacer una gran inversión en la reforma del pueblo, lo que hace que su precio sea más alto que otros, pidiendo por la localidad 4’8 millones de euros y asegurando que se le puede sacar una gran rentabilidad.
Idelista destaca que su venta no se ha anunciado oficialmente, pero que existen negociaciones con una cadena hotelera británica, con inversores suecos y con un inversor saudí. Al parecer ante de la pandemia los propietarios estaban negociando la venta con un grupo danés que estaba dispuesto a pagar 7 millones de euros, pero la llegada de la covid, paró las negociaciones hasta que al final se perdió todo el interés por parte de los compradores. ¿Quién se hará finalmente con este pueblo que ya está prácticamente preparado para ser explotado como destino turístico rural?