{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Es habitual que en el centro de las grandes ciudades no quede ni un centímetro libre para construir y, si lo hay, está a precio de oro. Por eso, aunque se posea una gran fortuna, en muchas ciudades es imposible ampliar tu casa ni a lo ancho ni a lo alto. ¿Qué hacer entonces? ¡Excavar! Un bunker refugio puede ser un lujo donde perder la cabeza.
Así han nacido las llamadas ‘casas iceberg’: viviendas de lujo pero aparentemente normales en el exterior que esconden espectaculares mansiones subterráneas con todo tipo de comodidades, desde piscina a salas de cine pasando por gimnasio, jacuzzi y hasta bolera. Barrios tan famosos como los de Knightsbridge, Kensington y Notting Hill son algunos de los que tienen actualmente este tipo de viviendas.
Estos refugios de lujo no escatiman en detalles, además habitaciones de invitados, piscinas inmensas y spas cuentan con saunas, salas de masajes, bodegas de vino y pista de fiestas con bar incluido.
Larry Hall y Robert Vicino, fundadores de dos compañías especializadas en la venta de búnkeres de lujo en Estados Unidos, han visto incrementados sus encargos dada la crisis del Coronavirus. Muchos de los que conforman la élite del mundo, incluidos estrellas del deporte y ejecutivos de tecnología (se rumorea que Bill Gates tiene búnkers en todas sus propiedades) han elegido diseñar sus propios refugios secretos para albergar a sus familias y personal.
Uno de esos refugios, Vivos xPoint, está cerca de Black Hills en Dakota del Sur, y consta de 575 búnkers militares que sirvieron como un depósito de municiones del Ejército hasta 1967.
Actualmente es una instalación que dará cabida a cerca de 5.000 personas, los interiores de cada búnker están equipados por los propietarios a un costo de entre 25.000 y 200.000 dólares cada uno. El precio depende de si quieren un espacio minimalista o una casa con acabados de alta calidad.
El complejo estará equipado con todas las comodidades de una pequeña ciudad, incluyendo un teatro, escuelas, jardines hidropónicos, una clínica médica, un spa y un gimnasio.
Para los clientes que buscan algo más lejos y más lujoso, la compañía también ofrece Vivos Europa One, considerado como un “Arca de Noé moderna”, en una antigua instalación de almacenamiento de municiones durante la Guerra Fría en Alemania.
La estructura, excavada en la roca sólida, ofrece 34 residencias privadas. Las unidades se entregarán vacías y cada propietario tendrá el espacio para satisfacer sus propios gustos y necesidades, con opciones que incluyen salas de proyección, piscinas privadas y gimnasios. El vasto complejo incluye un sistema de tranvía para el transporte de los residentes en todo el complejo, en el que hay restaurantes, teatros, cafeterías, piscina y zonas de juegos.
Se trata de un antiguo silo antimisiles de Wichita, Kansas, rehabilitado como una fortaleza de lujo; un pequeño pueblo subterráneo con capacidad para albergar a 70 personas.
Sus instalaciones están equipadas para que la ardua tarea de sobrevivir a un fin del mundo sea más llevadera. En su interior hay espacio para gimnasios, granjas hidropónicas para cultivar alimentos y, por supuesto, piscinas.
Ubicado en Alemania encontramos este macrocomplejo de supervivencia cuya extensión es de alrededor 300.000 metros cuadrados, lo que la convierte en una de las fortalezas más grandes del mundo. Inicialmente fue construido como almacén de munición durante la Guerra Fría por los rusos. Más tarde, el Gobierno alemán heredó esta propiedad, después de la unificación de sus partes, y pretendió utilizarla para la misma función, pero una ley que prohíbe el almacenamiento de munición cerca de cualquier carretera obligó al país a vender el complejo entero y todo lo que contenía.
Este ostentoso refugio es capaz de soportar una explosión nuclear, un accidente aéreo directo, agentes biológicos y químicos, ondas de choque, terremotos, tsunamis, pulsos electromagnéticos y prácticamente cualquier ataque armado.
Es destacable el hecho de que cada propietario contará con un arquitecto para diseñar su habitáculo según sus gustos. Por otro lado, las zonas comunes no tendrán nada que envidiar a las de las viviendas de la superficie. El complejo contará con gimnasios, spa, jardines, granjas para cultivar alimentos y teatros, entre muchos más establecimientos que aseguren una supervivencia a cuerpo de rey.
Ed Peden se hizo con estos túneles subterráneos por 40.000 dólares en 1982, sin embargo construirlos durante la Guerra Fría costó cuatro millones de dólares. Una ganga que Ed ha sabido aprovechar, tras muchos años de trabajo Subterra Castle se ha acomodado para ser además de un lugar seguro donde resguardarse, un lugar que visitar.
Actualmente se ha convertido en una zona turística, un punto que visitar en Kansas, Estados Unidos. De hecho, incluso puedes alquilar por AirBNB una habitación por algo más de 100 euros la noche. De bunker le queda poco a este complejo, pero ocurra lo que ocurra, es un buen sitio donde refugiarse bajo tierra.