Ni raperos ni influencers ni figuras del deporte. La pre-colección primavera-verano de Loewe tiene como imagen a toda una dama de la escena: Maggie Smith, a sus 88 años, se convierte en la imagen de la marca luciendo los bolsos más icónicos de la famosa casa. Smith ha sido elegida por Jonathan Anderson, director artístico de Loewe, y fotografiada por el fotógrafo de moda alemán Juergen Teller. El artista es el responsable de tres imágenes en las que recuerda a las clientas de toda la vida de la primera marca de lujo español.
La moda no es el lugar natural en el que ver ojeras, arrugas y ojos enrojecidos. El culto a la juventud sigue estando a la orden del dia; sin embargo, poco a poco, algo está cambiando. El edadismo empieza a ser una batalla que comienza a caer a favor de los años. Después de haber visto en 2017 a Charlotte Rampling para Givenchy y hace unos meses a Ángela Molina para Zara, parece claro que la belleza no tiene edad ni tampoco targets preferentes. Lo que sí tiene es predilección por el buen paso del tiempo como patina que depura y embellece. El canon ya no tiene que respirar juventud y frescura. Y tampoco tiene que ser relevante en redes sociales. De hecho, Maggie Smith ni siquiera las tiene.
Maggie Smith fue la superiora de un convento convertida en corista en 'Sister Act', fue también Wendy Moira Ángela Darling en 'Hook', protagonizó películas tan deliciosas como 'Pasaje a la India', 'Una habitación con vistas' u 'Hotel Marigold', pero los espectadores la recordarán fundamentalmente como la profesora Minerva McGonagall de la saga 'Harry Potter' y como Violet, la condesa viuda de Grantham, en la archifamosa 'Downtown Abbey'.
Probablemente ha sido este papel como referente de la aristocracia británica el que haya facilitado su elección como musa de Loewe. La marca española, propiedad del grupo de lujo francés LVMH, quiere desde hace años mantener su hegemonía en el campo de los accesorios, donde es imbatible, y empezar a ser relevante en la moda contemporánea. De ahí, el fichaje de Anderson hace unos años y la apuesta por el lujo no ultrarrico, sino práctico. Uno de los primeros diseños de Anderson fue precisamente el bolso Puzzle, con el que posa Smith: un accesorio bueno, bello pero funcional, hasta puede ponerse en bandolera.
Para alguno expertos, elegir a Maggie Smith supone reconectar con los valores primigenios de la firma: buenos materiales y buen diseño, de los que envejecen bien. Algunos habrán visto en las fotos de la actriz el retrato digno y bello de su madre o su abuela. O el distinguido encanto de las personas que saben reconocer el lujo seguro, discreto y con clase. Smith aporta todo eso con creces, al margen de la arruga y la cana, el gesto vencido o la ironía de su mirada.