¿Qué es el baby botox y por qué es ideal para pieles maduras?

  • El baby botox es una de las últimas tendencias en el mundo de la cirugía estética

  • Este tratamiento es uno de los más efectivos a la hora de prevenir las arrugas

  • Los tratamientos de estética son demandados por gente cada vez más joven para prevenir los efectos del paso del tiempo

Envejecer es una grandes preocupaciones del ser humano. A pesar de que el envejecimiento es algo natural e inevitable, en una cultura tan marcada por la estética como la nuestra mostrar los síntomas del paso del tiempo suele provocar todo tipo de críticas y comentarios, especialmente cuando quien los luce es una mujer.

Ante esta situación, son muchos los que recurren a la cirugía estética para mantener su piel libre de arrugas y patas de gallo, pero muchas veces estos tratamientos acaban siendo un arma de doble filo que acaban por destrozarnos el rostro. Es aquí donde entra en juego el baby botox, un novedoso tratamiento que en los últimos años se ha consolidado como una de las soluciones más efectivas para combatir las arrugas y líneas de expresión. Pero ¿en qué consiste?

Una nueva tendencia

Tal y como su propio nombre indica, el baby botox es una técnica estética que inyecta dosis reducidas de toxina botulínica sobre nuestra piel para prevenir la aparición de las arrugas y líneas de expresión propias del paso del tiempo. Este método es uno de los más demandados entre la población joven de entre 25 y 35 años, ya que resulta efectivo cuando hay pocas arrugas.

Capaz de conseguir un efecto muy suave y natural, el baby botox es actualmente uno de los retoques estéticos más populares de Estados Unidos y cada vez está ganando más presencia en nuestro país, donde se calcula que cerca de un 36% de la población recurre a la medicina estética para mejorar su aspecto físico. Su precio va desde los 130 euros a los 300.

¿Cómo se aplica el baby botox?

A diferencia de los tratamientos estéticos, el baby botox no sirve para eliminar las arrugas, sino para prevenirlas. Esta técnica se aplica de manera concentrada y precisa en zonas puntuales de nuestro rostro, como puede ser la frente, las comisuras de los labios o el entrecejo, y utiliza cantidades reducidas de toxina botulínica para relajar nuestros músculos faciales y conseguir un resultado suave y natural.

Dado que las inyecciones son muy pequeñas, se trata de un método invasivo, muy rápido (de aproximadamente media hora de duración), y que no requiere de anestesia ni de un periodo de recuperación. Aun así, es probable que, tras el tratamiento, aparezcan unos pequeños puntos rojos en nuestra piel, pero no te alarmes: desaparecerán al cabo de unas horas.

¿Cuánto dura el efecto?

Los efectos del baby botox suelen aparecer entre 48 y 72 horas después de la intervención, y suelen durar entre cuatro y seis meses siempre y cuando sigamos las medidas y recomendaciones de nuestro personal médico: es importante que, una vez aplicado el botox, no utilicemos maquillaje o cremas en la zona afectada y que no nos rasquemos ni masajeemos para no estropear el efecto. Una vez pasen los seis meses, los resultados empiezan a remitir, por lo que es habitual que tendremos que repetir el tratamiento.

¿Es recomendable?

El baby botox es una técnica que nos permite obtener una tez tersa y uniforme sin que perdamos nuestra expresión natural. No obstante, a la hora de decidir si nos compensa someternos a este tratamiento, debemos considerar que este método será efectivo si tenemos pocas arrugas o si las que hay son poco profundas, por lo que, si tienes una piel surcada, es mejor que te abstengas de probarlo.

Además, antes de decantarnos por estas intervenciones, es imprescindible que nos pongamos en manos de un profesional para que nos garantice que este tratamiento es adecuado para nuestra piel. Una mala inyección de botox podría arruinar para siempre nuestro rostro, así que no corras riesgos.