Mejorar tu vida y sin apenas hacer ningún esfuerzo. Suena demasiado bien como para decir que no, ¿verdad? Es necesario realizar actividades que nos proporcionen bienestar, tanto físico como emocional, para que nuestra calidad de vida sea óptima.
Combatir tus miedos sin rehuirlos, establecer planes que te hagan ilusión a corto plazo o meditar durante unos minutos al día. No, no hablamos exactamente de este tipo de actividades que, si bien contribuyen a mejorar nuestra rutina, a más de uno puede suponerle un quebradero de cabeza. En este caso, puedes desechar la idea de "quien algo quiere algo le cuesta". Las cosas que te proponemos en el vídeo son sencillas de llevar a cabo.
Un paso más es la plenitud. Decía el poeta T. S Elliot que la plenitud que ansía el corazón humano siempre está disponible. Este concepto se utiliza para definir a una persona que está completa y que ha alcanzado el estado de satisfacción total. Suele estar relacionado con una cierta etapa de nuestro ciclo vital, la madurez, entre los 50 y 60 años. ¿Te suena?