Paella rectangular: ¿evolución o crimen gastronómico?

  • Es difícil compartir una paella entre más de seis u ocho comensales

  • Es más sencillo servir a cada uno en su plato pero la tradición impone comer de la paella

  • Unos empresarios valencianos lo han resuelto creando un recipiente rectangular de esquinas redondeadas

En muchas recetas tan importantes son sus ingredientes como los recipientes donde se cocinan o se sirven. La paella es la máxima expresión al respecto; se prepara y se lleva a la mesa en una paella, una especie de gran sartén redonda con dos asas, en vez de un mango alargado, que suele ser de acero inoxidable o esmaltada. Sin embargo, ha saltado a los medios de comunicación la llegada a los restaurantes y a las casas un cambio del formato de la paellera.

En Valencia, la tradición impone que esta estrella del recetario español además se coma directamente de su recipiente con una cuchara de madera, para rascar el socarrat, y que no se sirva en el plato. Pero qué pasa cuando el número de comensales se multiplica y en vez ser seis u ocho pasan a ser doce o dieciséis. Es lógico que a pesar de sentarse todos a la misma mesa muchos de ellos tendrán dificultades para alcanzar su ración. En mi casa, por ejemplo, aunque somos de Madrid, también somos muy de paella y demasiados de familia. No quiero ni pensar qué pasaría entre cuñados, suegras y tías solteras si no se sirviera a cada uno su ración. Espero que nos perdonen los valencianos de cometer este sacrilegio domingo tras domingo…

Como solución a estas supuestas disputas dos empresarios valencianos han lanzado al mercado una paella rectangular válida para servir en mesas rectangulares para más de diez invitados. En primer lugar, recuerdan que el recipiente no se llama paellera sino paella, igual que el nombre del plato. En segundo lugar, apuntan que no es exactamente rectangular porque sus esquinas están redondeadas. Se tata de Lamberto Viadel y José Miguel Marín y comercializan esta “revolución” culinaria en Elpaello.com. El objetivo es no romper la tradición y seguir compartiendo la paella independientemente del número de personas que se apunten a este maravilloso rito.

En el caso de la paella que comercializan estos empresarios es posible que participen en el rito hasta catorce comensales gracias a sus dimensiones de 158 centímetros de largo por 44 de ancho. Para que se hagan una idea los cocineros, se podrían echar hasta dos kilos de arroz.

Junto a las discusiones sobre si es un sacrilegio o no contra nuestra paella la utilización de un recipiente que rompe el canon por no ser redondo, ha surgido otra disputa por la paternidad del invento. Un tercer empresario valenciano, Carlos Navarro, ha sacado a la luz pruebas de que este paellón rectangular ya lo había patentado él hace años. Cuenta con la marca registrada Paello y el diseño industrial D052580110. En este caso, sus webs Paello.es y Paellovalenciano.com son muy parecidas a la citada más arriba y genera confusión entre ambas firmas.