Cuando Sánchez se plantó en Davos con un anorak de 60 euros

Pedro Sánchez siempre se las arregla para marcar tendencia con su forma de vestir. En su llegada a la ciudad suiza de Davos para participar en el Foro Económico Mundial para reunirse con altos cargos de empresas internacionales como Cisco, Intel, Siemens o Google volvió a sorprender al llevar un anorak de Joma que cuesta 60 euros.

El presidente del Gobierno español no deja pasar la más mínima oportunidad para expresar su personalidad o incluso para transmitir mensajes a través de su indumentaria. En esta ocasión se ha dejado ver con un cálido y confortable abrigo deportivo negro largo de corte 3/4 con cremallera, botones y capucha, trasladando su estilo de 'hombre de la calle moderno' al escaparate más internacional.

Apuesta por el producto nacional

Pero lo más significativo es que, en vez de lucir una prenda de las mediáticas Adidas o Nike, Sánchez se decanta por la marca castellanomanchega Joma Sport. Alejarse del 'glamour' de las grandes firmas textiles y apostar por una empresa 100% nacional que no se asocia con el lujo a pesar de que la calidad de sus productos es reconocida por millones de clientes en todo el mundo, supone toda una declaración de intenciones. En la tienda oficial de Joma este anorak actualmente se vende a 88 euros, pero es fácil encontrarlo a 60 e incluso menos en plataformas como Amazon.

El atrevido estilismo del presidente

No es la primera vez que Sánchez llama la atención por su calculado outfit, con el que le gusta arriesgar pero sin pasarse. Aunque inició su andadura al frente del Ejecutivo apostando sobre seguro a base de gris, negro y azul marino, en los últimos años el color se ha decantado por experimentar con el color, como con el traje de tonalidad azul violácea que se percibía diferente según el ángulo de visión con el que presentó su libro 'Tierra firme'. Aquel atuendo se complementaba con unos calcetines fantasía con pequeños topos estampados a juego con el marengo de la corbata.

De hecho, dentro de la gama de azules, el presidente suele probar tonalidades más sofisticadas, más encendidas, e incluso tirando al morado, buscando transmitir una imagen de hombre de su tiempo. Alguna vez ha patinado, como cuando se presentó en el Senado enfundado en un sastre de color berenjena, pero en general su estilismo ofrece la imagen de un nuevo tipo de masculinidad más cercano y menos clásico que muchos otros políticos que usan trajes de sastre.

Además, no tiene problemas en reutilizar prendas, como la camisa blanca que utilizó reiteradamente en la lejana campaña electoral de 2015. Entonces y ahora esa estrategia ha cumplido un objetivo: hacer de ella un sello en términos de identificación mediática. Lo que está claro es que casi todo lo que se enfunda Sánchez tiene un propósito.