Distancia, aire frío y otros consejos para usar correctamente el secador de pelo y conseguir un efecto peluquería

  • El secador es un accesorio imprescindible en nuestras vidas, pero muchas veces no sabemos sacarle el máximo partido

Todos tenemos un secador de pelo en nuestras casas. Creado en 1890 por el francés Alexandre Godefoy, este artilugio se ha convertido en un imprescindible para cualquier persona con melenita, pero secarse bien el pelo no es tan fácil como parece. A pesar de su intuitivo funcionamiento, emplear correctamente un secador requiere que sigamos una serie de pasos para que logremos sacarle el máximo partido a nuestra cabellera y evitar daños. ¿Alguna vez te has preguntado por qué tu cabello parece más bonito y brillante cuando sales de la peluquería que cuando lo lavas en casa? Es probable que el problema esté en cómo usas el secador, pero no te preocupes: con estos consejos podrás conseguir un pelazo espectacular sin salir de casa.

Paciencia

A la hora de secarnos el pelo, debemos tener paciencia. Con frecuencia, las prisas hacen que encendamos el secador cuando nuestro pelo aún está chorreando, lo que aumenta el tiempo de exposición al calor y puede llegar a deshidratarlo. Por ello, cuando salgas de la ducha, asegúrate de secarte bien el pelo con la toalla para disminuir el tiempo de secado. No obstante, no lo frotes: lo recomendable es que enrollemos el cabello en una toalla y dejemos que se seque por su cuenta durante unos quince minutos, pero, si no tenemos tiempo, siempre puedes presionarlo con la toalla. Cuando termines, aplica un protector térmico. Esto te permitirá proteger tu melena del calor y evitar que se reseque.

Mantén las distancias

Guardar una distancia correcta entre la cabellera y el secador es fundamental para evitar posibles quemaduras en nuestro cuero cabelludo. Lo recomendable es que mantengamos el aparato a unos veinte centímetros, pero, si tus brazos no son lo suficientemente largos o no puedes moverlos con libertad, puedes arrimarlo un poco más. Eso sí: durante la fase de secado general, nunca lo acerques a menos de cinco centímetros. Además, no olvides mover el secador para que el calor no se concentre en una única parte de tu cabeza.

Divide y sigue el orden

De la raíz a las puntas: así debemos secarnos el pelo para alisar la cutícula capilar y conseguir un aspecto más sano y brillante. Asimismo, es recomendable que vayamos secando por zonas, separando nuestro cabello en mechones no demasiado gruesos. De este modo, distribuiremos mejor el calor y reduciremos el tiempo de exposición.

Elige bien el calor

Por norma general, todos los secadores tienen tres temperaturas, a cada cual más caliente. Habitualmente, dadas las prisas con las que nos movemos, solemos utilizar la máxima temperatura para secar nuestro cabello en el menor tiempo posible, pero esta decisión puede acabar perjudicando a nuestra melena. Por eso, si quieres ganar tiempo, aumenta la potencia del aire, no la temperatura. El calor de nuestro secador debe ir acorde a nuestro tipo de cabello para poder sacarle el mejor resultado. Si nuestro cabello es fino o frágil, deberemos decantarnos por la opción más fría, mientras que la temperatura media nos vendrá bien si tenemos el pelo grueso. El calor máximo lo reservaremos para fijar los peinados, pero solo cuando nuestra melena esté totalmente seca.

Usa el aire frio

A pesar de que normalmente solo usamos el secador para dar calor, también podemos utilizarlo para darle algún soplo de aire frío a nuestra cabellera a medida que vayamos eliminando la humedad. Esto nos permitirá aportarle más elasticidad. Además, cuando hayamos terminado de secarnos el pelo, es recomendable que le pasemos el secador en frío para ganar brillo.

Utiliza la boquilla

La boquilla del secador no es un adorno. Al contrario, este accesorio que acompaña siempre a nuestros secadores sirve para concentrar el aire y distribuirlo correctamente por nuestra cabellera, así que no pienses en quitarla para ganar tiempo. No obstante, si tienes el pelo rizado, es recomendable que la sustituyas por un difusor, que dará volumen y mantendrá tus rizos en buen estado.