¿Cuál es el mejor mes del año para hacer un crucero?

Viajar en crucero engancha. Ya solo pasar la mayor parte del tiempo en contacto con el mar libera todo tipo de sensaciones placenteras que permiten desconectar absolutamente de la rutina. Cada vez hay más oferta de destinos y planificando las vacaciones con antelación se consiguen precios muy ajustados, aunque también depende de las fechas libres que cada uno tenga disponibles, ya que ciertos trayectos son solo viables en determinadas épocas del año.

En Uppers hemos elaborado un calendario para señalizar qué mes del año es el mejor para hacer un crucero en cada circuito concreto. Sabiendo el día que puedes empezar las vacaciones te puedes dejar llevar por las recomendaciones que nos han hecho los expertos. Incluso al terminar el viaje algunos afortunados enlazan con otro crucero y alargan el descanso hasta que el monedero se lo permite. Varias parejas ya jubiladas así lo están haciendo porque reconocen que les resulta más barato y satisfactorio vivir de vacaciones en el mar que pagar un alquiler o una residencia.

Los cruceros recorren los puertos de casi todo el mundo empezando por Alaska, Canadá, el Caribe, la Ribera Maya en México, la Patagonia argentina y chilena, el Sudeste Asiático, los fiordos de Noruega, el Mar Báltico, el Mediterráneo, entre otros. Allí donde hay calado suficiente para que atraque un barco se abre una nueva ruta o se echan las anclas en alta mar y se desembarca a los pasajeros en lancha rápida. Cada vez se construyen barcos más grandes, con capacidades para albergar miles de personas superando a los mayores hoteles del mundo y también se ofrecen cruceros para viajeros adinerados con el máximo el lujo y una exclusividad al alcance de pocos. De todos modos, en el sector del crucero se busca la combinación entre las ciudades o parajes más interesantes y un tiempo atmosférico perfecto, que son las dos condiciones que debe reunir un trayecto para que resulte una experiencia única.

Para elaborar nuestro calendario de cruceros hemos dividido el planeta en áreas visitables y hemos comprobado cuál es la mejor estación del año o qué resulta excelente para viajar a esa zona.

La época más recomendable para recorrer las costas de Alaska y en la que las condiciones climáticas permiten disfrutar de sus desiertos helados, de sus montañas y de sus glaciares comienza en el mes de mayo y concluye en el de septiembre. Por su parte, en junio, julio y agosto, tanto el tiempo como las posibilidades de disfrutar de la fauna de esta región, son aún mejores. Además, la retirada del hielo posibilita el acceso a determinadas áreas de naturaleza totalmente salvaje como los grandes glaciares.

Los puertos canadienses y sus costas tienen una vegetación agreste y arbolada, que resulta increíble para la vista a finales de octubre coincidiendo con el inicio del otoño en el país. La gama de colores cuando las hojas empiezan a teñirse de rojos y ocres antes de su caída y el contraste con la naturaleza perenne merece la pena hacer coincidir las vacaciones con este mes. En concreto, los cruceristas recomiendan elegir la ruta que parte de Nueva York y entra en Canadá hasta llegar a Quebec.

Aunque en el Caribe las temperaturas son muy agradables todo el año, el calor excesivo o la temporada de huracanes hacen que sea recomendable decantarse por meses determinados que garantizan en gran medida que el tiempo acompañe. Los expertos aseguran que abril y mayo junto a los meses comprendidos entre octubre y enero, ambos inclusive, son los que ellos elegirían para hacer un crucero por las islas o las costas que baña el Mar Caribe. En cambio, junio, julio, agosto y septiembre, a pesar de ser la época de vacaciones de verano en España, son los meses menos acertados.

Los dos mejores períodos para visitar la Riviera Maya son enero, sobre todo a principios, y mayo. Por una parte, las temperaturas son más frescas y no suele haber huracanes y, por otra, los precios se reducen bastante porque hay menos demanda lo que además disminuye la masificación que suele haber en la zona. Es importante recordar que de junio a agosto los estadounidenses suelen coger vacaciones y muchos se decantan por México.

Los barcos que recorren la Patagonia argentina y chilena lo hacen durante el verano austral que es cuando el tiempo lo permite. En concreto los circuitos llamados de placer se planifican en diciembre, enero y febrero. Si en cambio se quiere viajar en los cruceros de expedición la temporada empieza en noviembre y concluye en marzo. Estos segundos cruceros son de menor tamaño con la finalidad de tener capacidad de maniobra y acceso a lugares más recónditos, entrar en los fiordos y navegar por los canales patagónicos.

Desde marzo hasta mayo el Sudeste del continente asiático ofrece las mejores condiciones en precio. En cambio, sube el coste del viaje en noviembre, diciembre, enero y febrero; es la época más agradable en cuanto al tiempo de forma que se aprovechan al máximo las playas y los puntos de interés turístico. En marzo ya empiezan los episodios de lluvias diarias y a medida que se avanza hacia junio, julio y agosto el tiempo se hace más incómodo con riesgo de vientos huracanados, temporales y tormentas.

Junio, julio y agosto son los mejores meses para recorrer los fiordos de Noruega. La temperatura oscila normalmente entre los 13 y los 18º C y además los días son más largos en estas regiones que se van acercando al Círculo Polar Ártico.

El Mar Báltico baña las aguas de Dinamarca, Alemania, Finlandia, Estonia o Rusia. Es una zona más agradable durante la primavera y el verano europeos, es decir, desde mayo a septiembre, pues el invierno en el Viejo Continente suele ser muy frío y duro en estas latitudes, a lo que se añade que se acortan demasiado los días. A su vez, en pleno verano hace más calor, sigue siendo agradable, pero suele estar demasiado concurrido y es más caro.

En general, el Mediterráneo es un mar tranquilo en comparación con otras áreas marítimas. No obstante, se aconseja elegir los trayectos que se realicen en los meses de abril y octubre concretamente. El clima suele ser más suave que en pleno verano (de junio a septiembre), permite sortear las grandes multitudes que llegan a arruinar la experiencia en las ciudades o puertos de desembarque y además los precios son más económicos. Por otro lado, tanto en noviembre como en marzo hay muy buenas ofertas, pero se corre el riesgo de no poder disfrutar de permanecer en el exterior del barco ya que suelen bajar bastante las temperaturas.