Álvaro Neil, el abogado que lo dejó todo para ser 'biciclown': "Hay que dar al botón de 'pause' de la vida"

  • Álvaro cuenta cómo ha estado siete veces al borde de la muerte, una de ellas por culpa de una mamba negra en África. Esas experiencias le han enseñado a apreciar cada segundo de vida.

  • "La gente busca un trabajo y luego busca ser feliz en el trabajo, que es como ponerte unos zapatos cinco números más pequeños y encoger los dedos del pie"

Álvaro Neil dejó de ser Álvaro Neil hace muchos años. A sus 52, este ovetense es más conocido como Biciclown, y su oficio no es otro que el de repartir sonrisas a lo largo y ancho del planeta. Inspirar a las nuevas generaciones. En 2001 decidió dejar su vida monótona dedicada a las leyes y comenzó a viajar por el mundo en bicicleta. Desde entonces, ya ha rellenado cinco pasaportes, ha pisado más de 120 países, ha escrito seis libros y ha producido cinco documentales. Entre salto y salto de continente, ha tenido un hueco para Uppers.

¿Cuándo se dio cuenta de que su vida no estaba dentro de una notaría?

No es una cosa que uno se dé cuenta un día, es un proceso. Trabajé cuatro años y medio en la notaría, días de atascos, de esperar a que llegue el fin de semana, de navidades en Madrid, de Carnaval, del Día del Niño... En fin, cuatro años y medio que se van repitiendo y al final uno piensa: igual esto no es mi vida.

¿Tuvo miedo de dejar un trabajo 'estable' para salir ahí afuera, al mundo, y recorrerlo sin tener nada fijo?

Sí, no puedo negarlo. Tuve miedo porque la incertidumbre de saber qué me encontraría al volver era muy grande. De hecho me fui sin saber dónde viviría al volver ni qué haría al volver. Al regresar llegué sin respuestas pero, lo curioso, es que desaparecieron las preguntas. Es decir, no me importaba no tener respuestas. Eso fue lo que cambió: salí a buscar preguntas y perdí las respuestas por el camino.

¿Cuántas veces se ha reencarnado? ¿Lo recomienda?

He estado a punto de morir siete veces, de hecho en una me dieron la extremaunción. Y la verdad que no lo recomiendo. No es una cosa de la que uno pueda presumir, porque no lo elegí, solamente ocurrió. Estoy vivo de milagro y creo que eso me hace vivir la vida más intensamente.

¿Estamos perdiendo como sociedad el espíritu aventurero?

Creo que sí, que el hecho de querer tenerlo todo atado y asegurado, que los niños vayan a un buen colegio, que me suban el salario, tener un trabajo fijo, que no haya sorpresas en la vida, hace que perdamos esa parte de aventura que tiene la vida, y queremos tener hasta un seguro de vida, cuando la vida es algo que no se puede asegurar.

Creo que vivir la aventura de la vida, sentir el frío, que no lo tienes todo atado, te hace sentir mucho más las cosas que consigues. Ha habido veces que a las seis de la tarde no sabía dónde iba a dormir, así que imagínate cómo valoro una mano que me tiende el camino.

Le diría a la gente que analice su vida. Que den al botón de pausa y analicen si lo que están viviendo les gusta.

¿Deberíamos darle todos un poco al botón de 'pausa' al menos una vez en la vida?

Es absolutamente recomendable. Cuando la gente dice "necesito unas vacaciones" lo que necesitan es dar pausa al ritmo de vida frenético. Cuando dicen "no tengo tiempo" yo me río porque nadie sabemos el tiempo que nos queda.

Todos tenemos el mismo tiempo, aunque algunos somos conscientes de ello pero otros viven pensando que pueden cumplir todos los planes de la vida. Por eso darle al botón de 'pausa' te hace reorganizar tus objetivos y darle prioridad a los importantes.

¿Todo el mundo está capacitado para dar la vuelta al mundo?

Evidentemente no, porque no todo el mundo está capacitado para ser padre, astronauta, panadero o presidente del Gobierno. Cada uno tiene una misión en la vida. Yo tengo esa y la he cumplido. Lo importante es descubrir cuál es tu misión en la vida. Cada uno tiene unas aptitudes que permiten hacer unas cosas y no otras

Alguna vez ha dicho que lo ideal sería viajar seis meses y trabajar otros seis, ¿cree que eso es posible en la sociedad actual, con los ritmos de hoy en día?

Ese es el balance. La sociedad no existe, quiero decir, existe una margarita, algo que hemos creado nosotros y es algo que está en nuestra imaginación. No puede ser que eso nos limite a vivir como queremos. Lo único que no sabemos es cuándo va a terminar, el resto depende de ti. Y si tú quieres vivir seis meses y trabajar seis meses no digas que es culpa de la sociedad, porque eso es echarle la culpa al vecino.

Cuando la gente dice "necesito unas vacaciones" lo que necesitan es dar pausa al ritmo de vida frenético

¿Prefiere viajar por el mundo aun no teniendo mucho dinero o ganar dinero con charlas contando su experiencia aunque no viaje?

Cada una tiene sus beneficios. No podría haber dado las charlas si no hubiera dado la vuelta al mundo antes. No las daría si no hubiera viajado con muy poco dinero. Cada paso te lleva al siguiente. Todo tiene un momento para darse. Me congratula haber podido viajar por el mundo y también dar las charlas para compartir mi experiencia.

Ahora tiene 52 años, ¿seguirá viajando por el mundo? ¿cree que la edad puede ser un impedimento?

De hecho acabo de venir de viaje. En julio estuve en el Himalaya con una bici que pesaba 50 kilos. La edad no es un impedimento para cumplir tus sueños, mira a Carlos Soria o mucha más gente. Los límites son mucho más mentales que físicos.

¿Cuáles son las claves de convertir el trabajo en un placer para vivir 'con felicidad'?

Primero saber qué te gusta hacer, es decir, aquello que haces sin que te cueste esfuerzo, sin que sea un sacrificio. Algo que te permita levantarte a las seis de la mañana y no volverte loco, porque te gusta. Y a partir de ahí ver como eso, que es tu afición, convertirlo en un trabajo.

Pero la gente lo hace al revés, se va adonde les dan dinero, aunque sea un trabajo que les aliena, que no les permite ser como son. Piensan que podrán recuperar su vida el fin de semana, pero no es así, porque cuando llega se les olvida.

Busca algo que te dé placer y luego busca cómo rentabilizarlo. La gente busca un trabajo y luego busca ser feliz en el trabajo, que es como ponerte unos zapatos cinco números más pequeños y encoger los dedos del pie.

Por último, ¿qué consejos le daría a las personas que quieren 'salir del armario' y cambiar de vida como hizo usted?

Le diría a la gente que analice su vida. Que den al botón de pausa y analicen si lo que están viviendo les gusta. Que no, pues que busquen cómo cambiarlo, pero sin cambios bruscos. Nada de cambios en un momento de desesperación. A lo mejor tardas tres años, pero no importa. Lo importante es una buena planificación. Es marcarse en el horizonte un punto en el que llegar y ver cómo llegar. Igual no tienes que ir en línea recta y sí dar unas cuantas vueltas, pero tú sabes dónde estás yendo.