Carta abierta de una madre: "Por qué mi hija trans debe presentarse con su identidad de género y mi hijo cishetero no"

  • "Aunque este cuerpo te lo asignara la naturaleza, ese no era tu destino", cuenta Miryam en su carta abierta

Miryam (53), madre de Zoe, ha querido compartir con Uppers una carta abierta sobre su experiencia apoyando y ayudando a su hija en el proceso de hacer la transición. Un texto que intenta servir de ejemplo para otras madres y padres que, como ella, decidieron estar al lado de sus hijos e hijas en la decisión más importante de sus vidas.

"Mi querida niña,

Naciste en un cuerpo no correspondido; aquí no hay culpables, fue una de esas travesuras de la vida.

Siempre fuiste muy sensible, más cercana en formas al mundo femenino que al masculino; aunque este cuerpo te lo asignara la naturaleza, ese no era tu destino.

Admirabas y te sentías mejor en el mundo de la mujer, pero por tu condición física tuviste que manejarte en el del hombre con todo lo que supuso para ti: incomprensión, marginación, acoso escolar, insultos y tantas cosas más. Eras tan pequeña para entenderlo…

En casa siempre tuvisteis libertad de expresión, de juegos, nunca pusimos sexo a vuestros pasatiempos: si queríais una muñeca o el set de limpieza, un tren o un taller, para nosotros eran juguetes sin sexo (bueno quizá a papá le costara un poco más, pero es normal; nuestra generación tenía muchos tabúes, represión y miedo a lo desconocido, nos marcaron más el camino y teníamos poco margen de movimiento, que no de pensamiento, porque eso quedaba en el interior de cada uno). Ahora tenemos la suerte de poder acceder a la realidad y la información con más facilidad.

Sé que tu camino no fue fácil: a los 14 años nos dijiste que eras homosexual. Algo intuíamos. A papá y a tu hermano les costó un poco, aunque enseguida se dieron cuenta de que eras Persona ante todo y sobre todo, sin importar ya tu condición sexual y por encima de todo eso Te Querían. Tú me lo dijiste: 'mamá, siento como Persona y visto como Persona'. Y qué razón tienes cariño, todo sería más sencillo si nos tratáramos como Personas, sin etiquetas.

Después de aquel día, la gente dejó de meterse contigo y empezó a respetarte mucho más. Qué valiente has sido siempre…

Tuviste que luchar mucho hasta encontrar tu sitio, una lucha interior que solo has vivido y sentido tú. Me imagino que no era fácil aclarar ideas, identificar sentimientos y luego verbalizarlos y darlos a conocer al mundo, porque supongo que el hecho de decírnoslo, aunque tu identidad ya la tuvieras clara, no fue fácil para ti.

Hay gente que piensa que es un capricho, una enfermedad, o incluso un querer llamar la atención. Qué tristeza me da. Esto es mucho más profundo, es tu sentimiento, tu esencia, tu vida. Es más fácil dejarse llevar por el odio porque nadie ve el sufrimiento, las depresiones e incluso las ganas de quitarse la vida que se sufren por no ser aceptado o acompañado en este proceso de cambio. Qué sencillo sería todo si cada uno se dedicara a su vida en vez de intentar colarse en la de los demás.

¡Qué grande eres! Pese a todo has seguido adelante, has bajado a los infiernos, has llorado, has sufrido, has reído y cantado…

Siempre estaremos a tu lado y de tu lado, lo sabes. Porque te queremos, y eso está por encima de cualquier otra cosa. Eres una Persona, con tus defectos y tus virtudes pero Persona al fin y al cabo, que vistes y sientes como quieres y con ello no haces daño a nadie, eres tú. Nunca dejes de ser tú porque eres admirable. No tengas miedo, mi niña, porque si sacas tus miedos, los de fuera son más fáciles de combatir.

Las personas trans y sus familias no están solas, hay asociaciones y un equipo médico en el Hospital Ramón y Cajal, que es el único en Madrid que tiene unidad para identidad de género, que hacen el proceso más fácil: resuelven tus dudas (porque a los padres también nos surgen dudas y miedo) y se prestan a acompañarte en todo este periplo.

Me llamo Miryam y soy madre de una mujer trans (transgénero), que no entiendo muy bien por qué mi hija tiene que decir o presentarse al mundo diciendo su identidad de género y mi hijo cishetero (cisgénero y heterosexual.

Entonces, empecemos de nuevo:

Me llamo Miryam y tengo dos hijos: Abel y Zoe, y son dos personas maravillosas con sus defectos y sus virtudes, con un gran corazón, muy humanas y además unos artistazos. Ni que decir tiene que me siento muy orgullosa de ellos".