El gesto de un padre por la autoestima de su hijo: 30 horas para tatuarse en el pecho la misma mancha de nacimiento

  • La historia (y las imágenes) de Derek y su hijo Derek Jr., de ocho años, luciendo idénticas manchas de nacimiento han dado la vuelta al mundo por emotivas. Una demostración de que no hay límites para un padre que quiere hacer sentir mejor a su hijo

Un padre al rescate de la autoestima de su hijo. Derek Prue, de Alberta (Canadá) no dudó en someterse a 30 dolorosas horas de sesión de tatuaje para hacer sentir mejor a su hijo Derek Jr, de ocho años. El pequeño nació con una marca de nacimiento que ocupa buena parte de su pecho, en el lado izquierdo. Una marca que siempre había enseñado sin problema hasta que su padre notó que en los últimos meses se había acomplejado y trataba de ocultarla. Así que se tatuó lo mismo.

Lo hizo en el estudio Juicy Quill Tattoo, en la misma región, Edmonton, que ha compartido orgulloso su historia. Emocionado con el gesto, Tony, el tatuador, ha decidido no cobrarle todo el trabajo. De las 30 horas que Derek pasó en camilla, ha pagado apenas una séptima parte. "Hicimos la mayor parte del trabajo de forma gratuita, creo que le cobré 4 horas. Los tatuajes son muy caros hoy en día y no debería costar un brazo y una pierna hacer algo noble y reflexivo como ha hecho él", cuenta a Bored Panda.

Si tomar la decisión de lucir una marca de por vida por su hijo no le despertó dudas a Derek, las duras sesiones de aguja y tinta lo hicieron más complejo. Como explica Tony, el tatuador, al mismo medio, la zona de las costillas es de las más dolorosas. "La parte más desafiante fue el hecho de que es un área supersensible, así que paramos mucho para ponerle frío e hicimos sesiones más cortas para que fuera más llevadero para él. Creo que vino 8 o 9 veces en total".

Fue mientras Derek Jr. se bañaba en la piscina cuando su padre lo llamó para acercarse al bordillo y se quitó la camiseta: su marca de nacimiento ya no era única. Según cuenta la publicación, al pequeño de ocho años se le encendió la cara al ver el gesto de su padre. Y este ha surtido efecto: padre e hijo han posado orgullosos sin camiseta y luciendo sus marcas con el brazo en alza.

Tony, orgulloso de haber formado parte del regalo, cuenta: "He visto cómo la historia se ha compartido en todo el mundo. Este niño que al principio tenía miedo de quitarse la camiseta en la piscina, al que le han preguntado sobre su marca extraña, ahora tiene la marca de nacimiento más famosa. Su papá lo ha conseguido. Es asombroso y comenzó con una idea de un padre que solo quería que la vida fuera un poco más fácil para su hijo".