Mantén tus herramientas en perfecto estado con unos simples trucos para evitar que se oxiden

  • Las herramientas no se suelen usar todos los días y por lo general se mantienen en lugares húmedos que pueden facilitar su oxidación

  • Más allá de productos especializados para su limpieza, hay algunos trucos caseros que pueden servir para evitar que se oxiden

Si eres un manitas esto ya te preocupaba, pero si eres de los que se está iniciando en el bricolaje puede que te haya cogido por sorpresa. Una caja de herramientas básica se ha convertido en un imprescindible de todos los hogares, pues nunca se sabe cuando se puede necesitar un destornillador o una llave inglesa, ya sabes que siempre hay algún que otro desperfecto inesperado que con unos conocimientos básicos podemos arreglar sin necesidad de pedir ayudar. Pero claro, las herramientas no se usan todos los días y cuando abres la caja después de un tiempo puedes llevarte alguna que otra sorpresa al ver que unas cuantas comienzan a oxidarse. ¿Qué puedes hacer en estos casos?

Antes de ir a por algunos trucos que pueden ser muy útiles para evitar la oxidación, el cuidado de las herramientas es imprescindible. Por eso, una vez se utilizan, se deben limpiar adecuadamente para volver a introducirlas en la caja bien ordenadas. El problema viene en que en la mayoría de veces la caja se mantiene en el garaje o el trastero, lugares oscuros en los que hay bastante humedad, lo que puede provocar esa oxidación.

¿Cómo prevenir que se oxiden?

Sin embargo, siempre hay algún que otro truco que puede hacer que las herramientas no terminen cubiertas por esa capa de óxido tan desagradable y que puede dificultar el trabajo con ellas. Uno de esos trucos no es otro que el arroz. Seguro que si alguna vez se te ha mojado el teléfono lo has cubierto de arroz para que absorba la humedad. En este caso es un proceso muy similar, pues se ponen una o dos bolsas con un puñado de arroz, todo depende del tamaño de la caja.

Si el arroz te ha resultado interesante, las tizas que se utilizan para escribir en las pizarras de los colegios pueden sorprender bastante, pues hace una función muy parecida a la del cereal. Por eso mismo, unos cuantos trozos de tiza pueden absorber la humedad y así evitar la oxidación de clavos, tornillos y otros elementos. Además, si tienes la oportunidad de tener tu propio rincón para las herramientas, es aconsejable tener un tablón en la pared en donde colgar aquellas herramientas que se puedan para que no se rocen entre ellas y, de esta forma, evitar que se oxiden.

¿Qué pasa si ya están oxidadas?

Muchas veces la prevención comienza algo tarde y ya hay zonas que están algo oxidadas. Aún así, antes de dar por perdida la herramienta, lo cierto es que puedes hacer que desaparezca, lo único que te llevará un trabajo constante, pues deshacerse del óxido no es tan fácil como puede parecer en un principio. Con un paño o un estropajo impregnado en aguarrás o petróleo se limpia la herramienta. En una primera sesión probablemente no consigas ningún logro. Pero no debes darte por vencido, pues tendrás que darle varias capas dependiendo del nivel de oxidación y el tiempo que lleve incrustado hasta que veas como desaparece.

Por su parte, no debemos olvidar que más allá de todos estos trucos caseros también existen productos especializados para las herramientas. Para evitar su oxidación, existen aceites en el mercado con los que limpiar las herramientas cada vez que se utilizan, que además de quitar la suciedad, las protegen del óxido. Por supuesto, también hay productos para quitar ese óxido que ya ha aparecido, aunque en la mayoría de casos solo es eficaz si lleva poco tiempo y no se ha aferrado demasiado a la superficie. En esos casos es más sencillo que desaparezca.

Ya ves que tener una caja de herramientas para cualquier emergencia no solo es para guardarla en el trastero o en el garaje. La humedad es un enemigo para las herramientas de metal que puede hacer que se oxiden, en especial si no las usas mucho y están demasiado tiempo expuestas a la humedad. Por eso mismo, antes de llevarte algún disgusto al abrir la caja de herramientas tras un tiempo, que mejor que prevenir la oxidación con algún que otro truco casero que tienes más a mano de lo que crees.