Así se desmonta un Porsche por expertos españoles: "1.500 horas de trabajo y 100.000 euros"

  • En Julià 911 todos los procesos se realizan a mano por distintos especialistas

  • El motor de un Porsche puede estar formado por alrededor de 500 piezas y la carrocería, por 200

  • Los clientes pueden seguir la evolución de su coche a través de videollamadas o incluso en vivo si lo desean

Hablar de Porsche es hablar de motor, de velocidad y de diseño, pero también de tradición y familia. No en vano, Ferry y los hermanos Butzi y Wolfgang Porsche, leyendas de la saga que creó la marca alemana, siempre aludieron al valor de la familia para superar todo tipo de adversidades.

Con este precedente, no es de extrañar que el taller especializado en este mítico deportivo más importante de España y un referente tanto en Europa como en el mundo, esté en manos de otra familia, la Eguí Julià. Ellos, con Josep a la cabeza desde hace más de 50 años, y con Jan, su hijo, en los últimos tiempos, han sido los encargados de reparar, customizar, restaurar e incluso ‘resucitar’ cientos de Porsches durante el último medio siglo en Julià 911.

Butzi Porsche aseguraba que, como no encontraba en la calle el coche de sus sueños, decidió construirlo él mismo y, cuando lo logró, satisfecho con su obra, dejó una frase tan simple como icónica: “Fabricamos coches que nadie necesita pero todo el mundo quiere. Un Porsche siempre se verá como un Porsche”.

Fabricamos coches que nadie necesita pero todo el mundo quiere. Un Porsche siempre se verá como un Porsche

Y de eso, muchos años después, se encargan en Julià 911, de que los Porsches que allí llegan sigan viéndose como Porsches al salir. Han hecho auténticas maravillas con coches completamente destrozados por accidentes, incendios o, simplemente, dejadez por parte de sus dueños. No es un proceso ni fácil ni barato, pero “merece la pena”, asegura Jan.

Este no es un taller mecánico cualquiera sino que se asemeja más a uno de artesanía. “Cuando nos traen un coche sabemos que comienza un proceso largo. Nosotros los desmontamos totalmente para analizarlos por dentro al milímetro. Siempre hay trabajo por hacer, hay óxido, hay reparaciones previas… Es un proceso muy artesanal que nos lleva muchas horas. Es como una cadena de montaje, pero muy manual”, explica Jan. 

Dentro del equipo de trabajo cada uno tiene una función asignada, hay especialistas para todo. “Tenemos planchistas artesanos para todo el tema de carrocería, la tapicería la hacemos completamente a mano, los motoristas se encargan de desmontar el motor totalmente… Hay que cuidar hasta el último detalle”.

Por eso, si uno se plantea llevar su Porsche a restaurar debe saber que, casi con seguridad, se va a despedir de él durante al menos un año: “Cada proyecto nos lleva entre 1.000 y 1500 horas de trabajo, pero es que no se puede hacer en menos tiempo si quieres que el resultado sea excelente”, comenta Jan.

En este sentido cabe señalar que el motor de un Porsche puede estar formado por cerca de 500 piezas, que se revisan una por una. Mientras tanto, en lo que se refiere a la carrocería, estaríamos hablando de cerca de 200.

Obviamente, tantas horas de trabajo se traducen en un precio no apto para cualquier bolsillo. En Julià 911 tampoco tienen reparos en explicarnos por cuánto puede salir una restauración de un Porsche. “Calcular el precio de nuestros trabajos es relativamente fácil y no hay motivo para ocultarlo. Cada coche lleva entre 1.000 y 1.500 horas de trabajo, a unos 50 euros la hora porque al ser periodos tan largos hacemos algo de rebaja en nuestra tarifa normal. Eso es el 50% del precio. El resto es el material utilizado”.

Es decir, la restauración de un Porsche puede salir por, como mínimo, por unos 100.000 euros. De esa cantidad es complicado que baje, pero no que suba, ya que en función de la complicación que impliquen las reparaciones, el monto aumentará.

Esta inversión, sin embargo, puede incluso dar réditos si es que ese el objetivo de quien lleva su Porsche al taller: “Hacemos unos esfuerzos muy grandes por ofrecer un gran nivel, pero merece la pena. Además, son coches que son agradecidos a la hora de mantener el valor. La gente gasta mucho dinero, pero es una inversión que puedes recuperar en el futuro si lo necesitas. Estos coches son un producto que se valora mucho en el mercado”.

La confianza es básica cuando uno deja su coche en el taller, así que si se trata de un Porsche y de dejarlo durante un año en manos de un ‘desconocido’, aún más. En Julià 911 tratan de que el cliente siga el proceso casi en directo: “Hoy en día tenemos muy fácil ser transparentes con los clientes. Absolutamente todos los trabajos que hacemos en los coches quedan documentados, hacemos videollamadas con los clientes en momentos importantes, les mandamos vídeos y fotos, les mandamos todas las referencias de los recambios… Este ejercicio de transparencia durante el proceso es la forma más fácil de tener esta confianza intacta”.

Jan, de hecho, reconoce que le gusta que los clientes acudan al taller cada cierto tiempo para que puedan ver en vivo cómo está su coche, analizar los cambios, opinar y comprobar por ellos mismos el trabajo que se está llevando a cabo.

Alguno de ellos se ha llevado incluso alguna sorpresa cuando en el taller han desmontado completamente su Porsche. “Hemos encontrado de todo en los coches. Desde monedas muy antiguas hasta recortes de periódicos o papeles privados que, lógicamente, hemos devuelto a sus dueños”, nos relata Jan, que también explica algún detalle que sucede al ver las tripas de los coches: “Ahí nos damos cuenta de lo artesanal que eran estos coches hace ya muchos años porque nos encontramos con dos modelos idénticos pero con muchos matices en las tapicerías, que se hacían a mano y, lógicamente, no había dos acabados iguales”.