¿Por qué poner una pinza de madera en la rejilla del aire del coche?

Cada persona tiene sus propios trucos para sus coches que le funcionan al volante y en una mejor conducción. Trucos que cada cual también tiene para mantener lo mejor posible su vehículo, siempre limpio e intentando que el ambiente en el habitáculo sea el mejor, y ahí entran los malos olores. En ocasiones no se sabe muy bien cómo acabar con ellos más allá de bajar las ventanas, algo a veces incómodo, sobre todo si hay viento, pero hay trucos sencillos con los que puedes acabar con ellos.

Una simple pinza con la que tiendes la ropa tras sacarla de la lavadora o con la que cierras un paquete de galletas puede ser clave en que los malos olores no se extiendan por todo tu coche. ¿Cómo usarla?

Una pinza para mejor olor

Lo primero es que la pinza debe ser de madera para rociarla con unas gotas del ambientador o aceite que más te guste para que la pinza se impregne bien de su aroma. Una vez hecho esto, solo bastará con poner la pinza en la rejilla de aire acondicionado de tu coche.

¿Lo ideal? Poner la pinza en una de las rejillas laterales, para que no estorbe si tienes que tocar algo de la zona central y tampoco quede antiestético. Con este truco casero, al encender el aire acondicionado o la calefacción se liberará la fragancia que hayas elegido. Eso sí, esto tiene una función limitada, pues también es necesario que se limpie con regularidad el interior del coche, pues una simple pinza no puede hacerlo todo.

Algo parecido a la pinza ocurre con el corcho que le quitas a las botellas de vino, por ejemplo, que también puede utilizarse como ambientador, otro truco económico, ya que absorben muy bien los olores, más en un espacio cerrado como el habitáculo del coche.

El truco del corcho

Los pasos a seguir son muy parecidos a los de las pinzas de madera, ya que bastará con romperlo un poco para abrirlo y rociarlo bien con el aroma que prefieras. Al no poder engancharse en ningún lado lo ideal es colocarlo en algún hueco, como los que se encuentran entre el asiento del piloto y del copiloto, desde donde podrá hacer su función.

No obstante, también es posible pasarle una cuerda para colgarlo del retrovisor, aunque en estos casos hay que asegurarse de que no interviene negativamente en la visión del conductor, pues de hacerlo puede ser motivo de multa, con una sanción que puede alcanzar los 200 euros, aunque sin retirada de puntos del permiso de conducir.