Bentley revive el clásico Blower de los años 20 para alegría de los amantes del motor

  • Como una de las firmas automovilísticas más icónicas, Bentley revive su mítico Blower

  • No solo será replicado en su exterior, también en su interior con el impresionante motor de 4’5 litros que tanta fama tuvo a finales de los años 20

Bentley es una de las firmas automovilísticas más elegantes y aclamadas por los amantes tanto del motor actual como del motor más antiguo y clásico, esos enamorados de los coches del siglo pasado que por si ellos fuese traerían de vuelta a la actualidad esos modelos sofisticados. Ahora la marca británica ha retomado una producción muy especial de su Blower, aquel coche surgido a finales de los años 20 que Sir Tim Birkin sobrealimentó para competir en las 24 Horas de Le Mans, uno de sus modelos más recordados que vuelve totalmente renacido.

Una producción limitada

Hace un tiempo Bentley anunciada esta nueva producción limitada del Blower de 4’5 litros en 12 coches hechos a mano por un equipo de especialistas de la firma para que queden totalmente perfectos. Pero aunque el exterior vaya a parecer idéntico a sus versiones de hace casi 100 años lo cierto es que tendrá la última tecnología en esos 12 coches. ¿Por qué 12? Pues al parecer es una por cada carrera en la que la flota de cuatro Blowers compitió, por lo que es todo un homenaje.

Las plantillas y moldes son muy exactos para replicar los automóviles de la década de los 20 y la intención de Bentley es que tanto estética como mecánicamente sean iguales, solo con los cambios necesarios para guardar la seguridad necesaria en un vehículo del siglo XXI. Todo esto se completa con un motor espectacular de cuatro cilindros y 16 válvulas, volviendo a implementar ese motor desarrollado por el ingeniero Amherst Villiers de 4’5 litros de 240 CV que en esos años fue tan famoso.

Con la vuelta de esos motores que fueron míticos hace más o menos 90 años la construcción exterior ha contado, como comentamos, con los mejores especialistas para replicar exactamente el Bentley Blower, que en este caso cuenta con un chasis de acero de gran calibre que se ha hecho a mano por especialistas en el tratamiento del metal de manera tradicional. Este es solo un ejemplo de parte de las piezas que conforman esta nueva colección que lleva detrás casi un año de trabajo hasta que las primeras piezas se han podido ir uniendo para comenzar a dar forma a estas joyas del motor.

Piezas cuidadas y hechas a mano

Al ser piezas totalmente exclusivas, los 12 afortunados que han conseguido que uno de esos vehículos vayan a sus manos pueden elegir el color o las especificaciones con las que cuenta su capricho de cuatro ruedas. Se espera que antes de que termine este año se pueda presentar un prototipo en funcionamiento para presentarlo en sociedad y mostrar las posibilidades de esta versión calcada del Blower.

La primera parte que se ha tenido en cuenta es el chasis, algo así como la columna vertebral que une al resto de componentes que conforman esta nueva versión del Blower a la que se le van uniendo diferentes partes, como el tanque de combustible y el radiador, además de ese motor sobrealimentado creado por Villiers, que es uno de sus principales atractivos, junto a los faros delanteros y el mecanismo de eje delantero.

Desde la firma sacan pecho con esta serie de continuación a la que denominan la primera que se realiza de un coche de antes de la guerra, aunque es normal que se haga teniendo en cuenta lo icónico que es. Los 12 modelos ya están vendidos incluso antes de que se presente el prototipo en funcionamiento y sin haber terminado el proceso de montaje. ¿El precio? Realmente toda una incógnita, una duda que también cae sobre su fecha de entrega, aún en el aire si tenemos en cuenta que, como decíamos, no se ha presentado la versión de prueba.

Tras casi 100 años el Bentley Blower vuelve con su elegancia pero también con un interior prácticamente idéntico gracias a ese motor de 4’5 litros que Amherst Villiers desarrolló con un impresionante sobrealimentador que proporcionó mucha más potencia a los coches y que le dio a Tim Birkin más de una alegría en alguna que otra carrera.