La historia de Maserati: de un simple taller en Bolonia a convertirse en una marca de lujo

  • Con 96 años de historia Maserati ha pasado por numerosas fases en las que ha dejado coches icónicos

  • Su rivalidad con Ferrari ha marcado gran parte de su historia, aunque Maserati era el favorito de algunos políticos italianos

El siglo pasado fue una etapa llena de avances tecnológicos que han mejorado la vida de las personas a tal punto que parece increíble que hasta hace 100 años ni los ordenadores ni los teléfonos móviles existiesen. Pero de lo que no cabe duda es que el siglo XX fueron unos años muy especiales para el mundo del motor en los que se crearon muchas de las grandes marcas automovilísticas que hoy se consideran de las más lujosas del mundo. Entre ellas está Maserati, la marca italiana nacida a finales de 1924 en Bolonia.

El inicio: un simple taller

Como muchas marcas de coches, Maserati también comenzó de forma discreta y humilde, siendo un simple taller que los hermanos Maserati montaron y donde trabajaban sus propios diseños automovilísticos después de que estallase la I Guerra Mundial. Durante mucho tiempo los hermanos se consolidaron creando coches de competición que vendían por todo el mundo y también creando coches de carretera con unas líneas elegantes que empezaron a llamar la atención de muchos clientes, en parte gracias al rendimiento deportivo que tenían.

Si por algo se caracteriza Maserati es por su logo en forma de tridente. En general los hermanos de la familia tenían conocimientos sobre motor, todos menos Mario Maserati, a quien se le encargó el diseño del logotipo. Tras pensarlo, decidió utilizar el tridente de la estatua de Neptuno de la Piazza Maggiore, uno de los símbolos principales de Bolonia. Además, el homenaje a Bolonia no termina ahí, ya que utilizó el rojo y el azul de su bandera como colores principales de la marca.

Los Orsi entran en juego

Sin embargo, en 1937 la familia Orsi entró en juego para hacerse cargo de la gestión de la empresa, trasladando de esta manera su sede en Bolonia hasta la localidad de Módena y donde se empezaron a fabricar algunos de los coches más reseñables e icónicos de Maserati. En 1946 nació el que probablemente fue su primer coche de uso diario más potente: el Maserati A6, presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra. Además, ese mismo año Maserati ganaba el Gran Premio de Niza.

La Fórmula 1 comenzaba a tener cada vez más peso y, en 1954 con el piloto Juan Manuel Fangio, que conducía un 250F, les dio grandes alegrías, siendo los años 50 una década en la que el duelo con Ferrari se acrecentaba cada vez más en la pista.

Vehículos que atrapaban

En la década de los años 60 llegó el primer prototipo del 3500 GT, también conocido como la “Dama Blanca”, un coche que deslumbraba a los amantes del automóvil, incluido al Sha de Persia, para el que se creó una versión especial de la mano del ingeniero Giulio Alfieri, construyendo un vehículo con un motor de ocho cilindros y con acabados en oro. De esta forma Maserati tuvo durante un tiempo uno de los coches más lujosos del mundo, que a día de hoy sigue siendo una pieza de coleccionista en la que muchos tienen el ojo.

En 1963 Maserati sorprendió a todo el mundo con la presentación de su berlina Quattroporte, que se decía que era la más rápida, ya que incluía un motor de competición. En el 67 Maserati se unió con el diseñador Giorgetto Giugiaro y así nació su Ghibli, del que inicialmente solo se iban a producir 100 unidades, pero el éxito fue tal que finalmente se construyeron 1.295 unidades entre sus dos versiones, la Spyder y la Coupé.

De rivales a socios

Sobre el año 70 hubieron grandes cambios para la firma, pues la familia Orsi se asoció con Citroën, aunque los Orsi terminaron retirándose y Citroën vendido sus acciones a Gepi, una empresa dirigida por Alejandro De Tomaso. Como curiosidad, durante esos años, Sandro Pertini, presidente de Italia, tenía un Maserati Quattroporte Royale como coche oficial, vehículo con el que acudió a una visita a Enzo Ferrari, el cual se negó a encontrarse con el coche, dejando patente la rivalidad existente entre ambas marcas.

Años más tarde, en 1993, la marca fue adquirida por Fiat, quien también poseía Ferrari, pasando a ser de esta forma una especie de “socios” a pesar de su rivalidad durante décadas.

El presente del futuro

En 2004 Maserati volvió por la puerta grande a la competición con su MC12 en el campeonato FIA GT, consiguiendo numerosos títulos, como dos Copas de Constructores o sus cinco Campeonatos de Pilotos, siendo un éxito rotundo para la marca entre los años 2005 y 2010.

Justo en 2005 la marca conmemoró el 75 cumpleaños de Sergio Pininfarina, diseñador con el que había trabajado ya varias veces. De esta manera se creó el Concept Car Birdcage 75º, cogiendo de referencia el Maserati Birdcage. Su diseño es simplemente espectacular, con unas líneas futuristas que bien podían haber sido diseñadas en pleno 2020 y no hace 15 años. Para seguir unidos, en 2007 Pininfarina creó el nuevo GranTurismo, con un diseño elegante que enamoró a todo su público.

En 2013 se lanzaron los nuevos Maserati Ghibli y Quattroporte, dos diseños espectaculares y definidos que no dejan lugar a dudas sobre la calidad de la marca. Aún así, uno de sus últimos grandes modelos es el Concept Car Alfieri, una verdadera joya del motor que deslumbró en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2014.

A punto de cumplir 100 años, Maserati se encuentra en plena forma, siendo una de las marcas de lujo automovilísticas más respetadas y reseñables de Europa. Su camino ha sido largo, aunque seguro que aún le queda mucho por mostrarnos y por sorprendernos.