La séptima ola del coronavirus ya está aquí, aunque, afortunadamente, el escenario es muy distinto a las anteriores. Entre las novedades, cinco comunidades autónomas (Cantabria, Navarra, Aragón, Cataluña y Andalucía) ya han empezado a comercializar las pastillas anti-covid, un fármaco que no se pauta de manera indiscriminada, sino que obedece a un protocolo.
Podrán acceder al tratamiento personas mayores o vulnerables desde el punto de vista sanitario. El médico de cabecera será el encargado de hacer la receta tras la consulta y la pauta quedará registrada en la tarjeta sanitaria.
La pastilla se utilizará una vez que sepamos que tenemos covid durante los cinco primeros días tras dar positivo. Lo más importante del nuevo tratamiento es saber que el fármaco no puede tomarse si no tenemos la enfermedad. Por esta razón es imprescindible tener previamente una prueba positiva por coronavirus.
Las nuevas pastillas anti-covid reducen las patologías respiratorias y hasta en un 90% las hospitalizaciones y la muerte por coronavirus.
La séptima ola de coronavirus tiene una incidencia alta. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha vuelto a recomendar el uso de mascarillas y la adopción de otras medidas de distancia social. Actualmente, en nuestro país hay 10.245 personas ingresadas y 207 personas fallecidas en los últimos siete días. El virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu, en declaraciones al programa de Telecinco 'Ya es mediodía', ha explicado que “no estamos peor que hace un año”, porque "no conocemos los contagios, en realidad". El experto aduce que uno de los problemas relacionados con el repunte de contagios es que nos hemos quedado estancados en la vacunación: "el 50% de la población no tiene la tercera dosis", señala.
Mientras tanto, los fármacos para luchar contra el covid siguen aumentando. Un grupo de investigadores japoneses han desarrollado un nuevo método basado en anticuerpos para la detección del covid en tan solo tres minutos. Se trata de un parche covid que permitiría conocer rápidamente la incidencia del virus sobre la población, siempre y cuando los resultados se registren. A este respecto, Ortiz de Lejarazu explica que “es importante que se conozca y que se registre”. Sin los registros, asegura, es difícil conocer el impacto real de la epidemia.