El pelo es un tesoro para muchos. Sin embargo, según pasan los años, especialmente los hombres, notan como su volumen va decayendo, las entradas comienzan a aparecer y el pelo a escasear. Es más, un estudio de 2020 señaló como España es el segundo país del mundo con más personas calvas, con República Checa por delante. Tipos de alopecia hay muchas, aunque la más común es la androgénica y, aunque los injertos son cada vez más comunes, seguros y efectivos, parece que el remedio definitivo frente a la calvicie está en los burros de Doñana.
Al menos esa es la idea a la que ha llegado un equipo de la Universidad de Ciencias Agrícolas de Uppsala, en Suecia, tras una visita al Espacio Natural de Doñana, por lo que ya se encuentran trabajando en una posible solución contra la calvicie humana a partir del pelo de unos burros, concretamente asnos del destacamento de bomberos que evitan los fuegos forestales que pueden generarse en la reserva natural, actuando como cortafuegos en la zona.
Hasta allí se desplazó un equipo de veterinarios de la Universidad, que trabajan en colaboración con la Estación Biológica de Doñana, para estudiar la sangre de los animales de la Asociación El Burrito Feliz con el fin de comprobar si el pelo de estos animales puede ser útil como alternativa a la caída del cabello de las personas.
De esta manera, se busca una relación entre la fuerza de las crines de estos asnos con la posible obtención de una fórmula capaz de trasladar esa fortaleza al pelo de los humanos. Los burros de Doñana eran ideales para el estudio, ya que los investigadores buscaban ejemplares con buena salud y que viviesen en entornos lo más naturales posible.
Luis, presidente de la Asociación El Burrito Feliz, explica a Informativos Telecinco que sobre todo les llamó la atención Mortadelo, “un asno de fisionomía muy cercana a los burros primigenios, que son los africanos”. A él y a otros ejemplares similares se les identifica por una larga raya horizontal en la parte superior de su cuerpo que se prolonga a ambos lados del lomo. Unos animales que cuidan de Doñana y que puede que tengan la clave del futuro para combatir la alopecia en los humanos.