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Maruja Torres ha pasado por el quirófano. Nada grave. Chapa y pintura para eliminar una catarata del ojo derecho. Algo común, teniendo en cuenta que España hace unas 450.000 operaciones de este tipo cada año y que cada vez es más frecuente entre personas mayores de 55 años que quieren decir adiós a las gafas o atenuar sus problemas visuales. ¿La diferencia? Que Maruja Torres lo ha contado de manera espléndida en un hilo de Twitter.
El hilo, además, quiere Maruja que sirva para que aquellas personas que tienen miedo a "descatarizarse", lo pierdan. Y también, cómo no, por "auto ironía y divertimento".
"Soy de natural sereno para las cosas de la salud y mis experiencias médicas han sido buenas", comienza Torres, "sin embargo, haber visto Un Chien Andalou (Buñuel) me indujo a pasar un par de horas previas con dentera interior (puede que la cinefilia conduzca a la melancolía)".
"Superado el trance con la ayuda de la sensatez de @jluzan, llegué a la clínica, y he de deciros, queridas amistades, que la intervención no sólo es breve e indolora: es un verdadero trippi", continúa el hilo.
"Como tienes que seguir la luz en todo momento, y ésta se mueve mucho, se produce una combinación de colores muy entretenida; además, cuando te quitan lo tuyo ves una especie de oleaje en torno a las luces y, cuando te ponen lo ajeno, igual. Muy bello", explica.
Ahora, Maruja Torres tiene visión élfica. "Pasadas horas, mi ojo derecho empezó a mutar de género. Cielos, había entrado como miope (unas 4 dioptrías), y salía como corta de vista. Es decir, necesitaré gafas para leer, pero a partir de 2 m. guipo cual diosa. Desde mi balcón, distingo en la lejanía si están subidas o bajadas las persianas de las ventanas de la Torre de Madrid, que antes sólo avistaba como bello edificio".
Para compensar la visión y que todo fluya correctamente, en breve tendrá que volver a pasar por el quirófano para ajustar el ojo izquierdo. Pero Maruja Torres lo está esperando como agua de mayo.