La contaminación del aire se ha convertido en un grave problema de salud pública en muchas grandes ciudades. Se trata de una circunstancia que afecta principalmente a ancianos y personas con enfermedades respiratorias crónicas, según indica un informe de la fundación ambiental ECODES. Tal es el impacto de la contaminación atmosférica. El impacto sobre la salud de la población es tal que recientes estudios del Biobanco de Reino Unido han demostrado que los pulmones de las personas expuestas a las partículas contaminantes de aire envejecen hasta dos años antes. Es por ello que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha demandado limitar la velocidad interurbana de 50 km/h a 30.
Los neumólogos consideran que limitar la velocidad en las zonas urbanas tiene un triple impacto positivo. Por un lado, se reduce el riesgo de accidentes. Por otro, la contaminación acústica se ve drásticamente disminuida. Pero el motivo principal es que, en caso de que se pusiera en marcha esta medida, la calidad del aire sería mucho mejor, ya que se reducen las emisiones de dióxido de carbono y con ello mejora la salud respiratoria de las personas.
Lo cierto, sin embargo, es que varias poblaciones ya la han puesto en marcha en determinados tramos del casco urbano. Pontevedra, Oviedo, Burgos, Barcelona, Pamplona, Soria, Zaragoza, Palma, Salamanca, Madrid, Cuenca, Valencia, Córdoba, Sevilla, Cádiz, Málaga, Murcia y Las Palmas de Gran Canaria. Bilbao es la primera ciudad que acaba de implantar la medida en todo el casco urbano.
La European Respiratory Society (ERS) señaló a Madrid Central como ejemplo de gestión del problema ambiental, ya que desde 2018, el centro ha reducido los niveles de CO2 en un 48 %. La medida también ha favorecido la calidad del aire en áreas circundantes, señala ERS.
Los resultados del estudio del Biobanco de Reino Unido indican, además del mencionado envejecimiento de los pulmones, que la contaminación del aire podría llegar a ser la causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. De esta forma, la prevalencia de esta enfermedad fue cuatro veces mayor entre las personas que respiran en áreas contaminadas que entre las expuestas a tabaquismo pasivo en el hogar, otra de las causas que más fomenta esta situación.
El 35 % de la población en España respira aire contaminado, según cifras de SEPAR. Esta circunstancia es más grave de lo que parece, ya que en torno a 10.000 muertes al año están relacionadas directa o indirectamente con esta situación. La mortalidad por contaminación atmosférica supera, por tanto, el índice de muertes por accidentes de tráfico, que asciende de media a 1.700 decesos cada año, según el instituto Carlos III.
Según el INE, el 3 % de las muertes en España son debidas a la contaminación atmosférica. Urbes como Madrid y Barcelona han rebasado durante años los niveles permitidos por la normativa europea de dióxido de nitrógeno, uno de los gases más nocivos. Esta sustancia es responsable de 6.085 muertes evitables cada año.