Cuidado en la cocina: ¿por qué no debes romper un huevo en el borde de la sartén o el plato?

  • Además de ser uno de los alimentos más versátiles del mercado, el huevo es el principal causante de los brotes de salmonelosis

  • Esta enfermedad se manifiesta con un incómodo cuadro sintomático que incluye diarreas, fiebres, dolores abdominales y nauseas, entre otros

  • Para prevenir su aparición, la Comunidad de Madrid ha publicado un pequeño decálogo con consejos que podemos aplicar en nuestra cocina

Cascar los huevos en la sartén o el plato que utilizaremos para batirnos es una práctica muy habitual en nuestras cocinas. Lo hacemos nosotros, lo hacen nuestros hijos y lo hacen también ellas, las sacrosantas abuelas. Sin embargo, este gesto tan arraigado en nuestra cocina puede traernos problemas, y no hablamos solo de la desagradable sensación de encontrarte un pedacito de cáscara en medio del plato.

El huevo y sus derivados provocan más de un 40% de los casos de salmonelosis

Además de ser uno de los alimentos más versátiles que podemos encontrar en el supermercado, el huevo es también uno de los principales causantes de los brotes de salmonelosis, una enfermedad bacteriana que afecta al aparato intestinal y que suele transmitirse por alimentos crudos o en mal estado, generalmente contaminados por heces.

Esta enfermedad se manifiesta con un cuadro gastrointestinal que incluye diarrea, dolor abdominal y fiebre, aunque en ocasiones también puede provocar náuseas, vómitos y dolores de cabeza. Sus incómodos síntomas suelen durar entre dos y siete días, salvo la diarrea, que puede extenderse hasta los diez, y por norma general afectan de forma leve a los adultos. No obstante, los niños y personas de la tercera edad que la sufran deben tener cuidado con no deshidratarse, ya que podrían acabar padeciendo problemas mucho más graves.

Según la Autoridad Europea de Sanidad Alimentaria (EFSA, según sus siglas en inglés), el huevo y sus productos derivados, como la mayonesa, las salsas, las cremas o los dulces, son los culpables de un 47,2% de los casos. Esto se debe, principalmente, a la concentración de salmonella (la bacteria causante de la enfermedad) que puede haber en sus cáscaras cuando no se han manipulado correctamente durante la recolección y envasado. Al cascar el huevo en la sartén o recipiente en el que posteriormente lo batiremos, esta bacteria puede llegar a la clara y la yema, infectando nuestro plato y haciéndonos caer enfermos.

Lavar los huevos no hará que la salmonella que haya en las cáscaras desaparezca, ni tampoco hará que las posibilidades de que nos contagiemos se reduzcan. Al contrario, lo más probable es que las aumenten, ya que las cáscaras son muy porosas y, al mojarlas, podría colarse alguna sustancia tóxica en su interior. Aun así, hay varias recomendaciones que podemos llevar a cabo para combatir la salmonelosis.

Evitar cascar los huevos en la sartén y otros consejos para protegernos de la salmonelosis

A pesar de que podemos contagiarnos de salmonelosis en bares, restaurantes y otros establecimientos del ámbito de la restauración, la mayoría de los casos se producen en el propio hogar. Por ello, es importante que tomemos una serie de medidas preventivas que nos ayudarán a proteger nuestra salud.

En este sentido, la Comunidad de Madrid ha publicado un pequeño catálogo con consejos que podemos aplicar en nuestros hogares. Estos son:

  1. Lavarse las manos antes de manipular cualquier alimento.
  2. No cascar el huevo en el borde del plato, ya que la salmonella puede estar presente en la cáscara y podría contaminar el plato.
  3. Comprar huevos con la cáscara intacta y conservarlos en la nevera. Y no los laves antes de meterlos en la nevera: es contraproducente.
  4. No utilizar la cáscara del huevo para separar las claras de las yemas. Hay que cuajar bien el huevo, especialmente en el verano. Si se prefiere no cuajar totalmente el huevo de la tortilla, se recomienda emplear huevo pasteurizado.
  5. Mantener la mayonesa y otros alimentos hechos con huevo crudo que no se van a cocinar en el frigorífico hasta que los consumamos.
  6. Es recomendable elaborar estos productos con huevo pasteurizado y utilizar mayonesa y salsas comerciales elaborados con huevo pasteurizado.
  7. Evitar la contaminación cruzada de alimentos crudos con cocinados.

Siguiendo estos consejos, reducirás el riesgo de contagiarte de salmonelosis, así que, ya sabes: olvídate de cascar los huevos en la sartén y ponlos en práctica.