Hace apenas un año el supermercado se convirtió en uno de los pocos lugares que se podían visitar mientras estábamos confinados durante la primera ola del coronavirus. Un tiempo en que la covid-19 aún era un desconocido, lo que nos llevó a poner en práctica ciertas acciones, como desinfectar todo producto que trajésemos del supermercado. Ahora que ya conocemos el virus mejor, sabemos que no es del todo necesario, o eso ha apuntando el catedrático de la Universidad de Colorado José Luis Jiménez en una entrevista a ABC Paraguay.
El experto, que en los últimos tiempos se ha dedicado ha realizar una labor divulgativa sobre el virus y el uso de las mascarillas desde su cuenta de Twitter, ha contado que el verdadero riesgo en el supermercado no está ni en las bolsas ni en los productos que tocamos, sino en el aire. Por lo que no deberíamos dedicar tiempo a desinfectar uno por uno los productos que nos traemos a casa.
De esta manera, el catedrático señala que deberíamos permanecer el menor tiempo posible dentro de un supermercado porque hay que recordar que son establecimientos cerrados que no cuentan con la misma ventilación que los exteriores. "Las superficies ahora se sabe que contagian muy poco", ha señalado el experto, que sí indica que debemos seguir con el lavado de manos continuo, pero que no es necesario la desinfección de los productos.
Dado que el peligro está en el aire del supermercado, Jiménez apunta a que lo más importante no solo es estar lo menos posible expuesto a esos aerosoles, también llevar la mascarilla bien puesta para evitar respirar o expulsar aire sin filtrar. En uno de sus hilos de Twitter explicaba la importancia del ajuste de las mascarillas, pero también de la calidad del filtro de estas, pues en caso de quedar pequeños huecos entre la cara y la mascarilla podría pasar hasta un 50% del aire sin filtrar.
El buen uso de las mascarillas es clave para que no se vuelvan en nuestra contra, por ello hay que llevarlas siempre bien ajustadas al rostro y un gran enemigo es cruzar las gomas en forma de X, algo habitual. El problema es que este gesto abre las mascarillas por los laterales, lo que permite la entrada y la salida de aire sin filtrar. ¿La mejor medida? Realizar nudos al inicio del elástico si la mascarilla te queda muy grande, así evitas que se creen esos agujeros.
Como se mencionaba, la calidad del filtro es clave, por eso no debemos exceder el uso de las mascarillas, ya sean desechables, reutilizables o FFP2. Una vez se cumple su tiempo recomendado de uso la eficacia baja, por lo que es más probable un contagio debido a que su filtración es mucho menor. Además, lo indicado siempre es lavarse las manos antes y después de quitártela, siempre por las gomas, y guardarla en una bolsa de papel o un porta mascarillas, nada de llevarlas en el codo o en el bolsillo.