¿Qué pasa si la primera dosis es de una vacuna y la segunda de otra? La ciencia responde

  • Los voluntarios deben ser mayores de 50 años que no hayan recibido ninguna dosis todavía

  • Investigadores británicos comienzan las pruebas para estudiar los efectos de seguir la dosis inicial con un refuerzo de otro fabricante

  • Quieren descubrir si, al combinar diferentes fabricantes, se brinda una mayor inmunidad contra las nuevas variantes

Pfizer, Moderna, AstraZeneca… seguro que ahora mismo, sin saber muy bien por qué, prefieres una vacuna a otra. Quizá sea por lo que has oído en las noticias o porque simplemente un laboratorio te da más confianza que otro. En las próximas semanas se espera que la Comisión Europea de luz verde a alguna más y con un arsenal en aumento pero que llega con cuenta gotas, los expertos empiezan a plantearse si, ante la escasez, sería factible mezclar y combinar dosis de diferentes laboratorios. Si te diesen la opción, ¿tú que harías?

¿La misma protección o incluso mejor?

Se buscan voluntarios. La Universidad de Oxford, financiada por el gobierno británico, está reclutando a personas mayores de 50 años que no hayan recibido ninguna dosis para comprobar la eficacia de administrar marcas diferentes en la primera y segunda inoculación, una será con Pfizer y la otra con AstraZeneca. Los científicos quieren saber si la protección al mezclarlas es la misma, reducida o incluso mejor, en comparación con adherirse a la misma vacuna en todo momento.

También quieren descubrir si, al combinar diferentes fabricantes, se brinda una mayor inmunidad contra las nuevas variantes británica, sudafricana y brasileña. Debemos recordar que, hasta el momento, ninguna de las vacunas que hay en el mercado se han estudiado con las cepas actuales, sino que su efectividad está asegurada frente a la inicial.

"Si demostramos que estas vacunas se pueden usar indistintamente en el mismo programa, aumentará en gran medida la flexibilidad de la entrega de la vacuna y podría proporcionar pistas sobre cómo aumentar la amplitud de protección contra nuevas cepas de virus", señala Matthew Snape, profesor asociado vacunología de la Universidad de Oxford e investigador principal del ensayo.

En Reino Unido ya se hace en casos excepcionales

Aunque el experimento todavía está en fase de estudio en humanos, ha tenido resultados muy positivos en ratones, en los que la respuesta inmunológica ha sido muy superior. Por ello, la Sanidad pública inglesa ya recoge que circunstancias excepcionales, si las personas acuden al centro de salud para recibir su segunda dosis y la vacuna que originalmente les inocularon no está disponible, se les puede administrar una diferente, aunque no se recomienda como norma general, al menos hasta que haya evidencias de que el enfoque es seguro y eficaz.

Otra de las pruebas que están realizando los investigadores es el tiempo máximo que puede transcurrir entre inyecciones sin comprometer la seguridad y efectividad de estas. Por eso, se probarán varios intervalos, de cuatro y 12 semanas. Una vez suministradas ambas dosis, se les extraerá sangre para medir la acumulación de anticuerpos después de la vacunación contra el virus. "También es posible incluso que al combinar vacunas se pueda mejorar la respuesta inmune, dando niveles de anticuerpos aún más altos que duren más", concluye el experto.

¿Y si no recomiendan la de AstraZeneca para mayores?

Esta investigación está realizada por uno de los laboratorios que más controversia están generando hasta el momento. Pese a que en Reino Unido ya se lleva inoculando desde el día 4 de enero, ya son siete los países de la Unión Europea que no contemplan su uso en mayores de 65 años. En España, los técnicos sanitarios se debaten entre no vacunar con ella a los mayores de 65 años o desde los 55, una decisión que se conocerá en las próximas horas y que podría poner en jaque el plan del Gobierno de alcanzar la inmunidad de rebaño de cara a verano.

De momento, las dosis de AstraZeneca que empiezan a llegar a España de forma inminente, se van a utilizar para inmunizar a personal sanitario de primera línea todavía no vacunado y al resto que, sin estar en contacto estrecho continuo con el virus, sí trabaja en establecimientos de salud y podría llegar a estar en contacto con personas infectadas. "Las informaciones que tenemos no es que no sea eficaz en mayores, sino que no hay información que nos diga que sí lo es", ha apuntado Fernando Simón.