Alimentos ‘recién llegados’ que no son tan sanos: el semáforo de lo qué es y no es dieta mediterránea
Itziar Nodal
Dr. Martínez-González, experto en alimentación
Hablamos con el doctor Miguel Ángel Martínez- González, autor del libro '¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir', para que nos desmonte los errores más comunes de la alimentación
En el vídeo te proponemos el semáforo de la dieta mediterránea, qué podemos comer y qué es mejor eliminar
Por mucho que presumamos de ella, el patrón de dieta mediterránea no lo sigue ni la mitad de la población española. En concreto solo el 45% lo hace, según los datos de la Fundación Dieta Mediterránea. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud debemos tomar cinco raciones diarias de frutas y verduras, pero una investigación de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) revela que tomamos unos 269 gramos de hortalizas al día, lo que correspondería a 1,3 raciones. Algo estamos haciendo mal. El número de población obesa aumenta año tras año y si hablamos de sobrepeso, la cifra en adultos asciende hasta el 54%, revela la Encuesta Nacional de Salud. Ante este panorama desolador, hablamos con el doctor Miguel Ángel Martínez- González, autor del libro '¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir', para que nos desmonte los errores más comunes de la alimentación.
Si pensamos en dieta mediterránea debemos recordar la cocina de nuestras madres. Lo que comíamos antes de la llegada de los grandes supermercados y cuando los pucheros jugaban un papel fundamental en nuestra alimentación. "Se ha comprobado que seguir esta pauta alimentaria ayuda a reducir la mortalidad prematura, la depresión, la diabetes, la degeneración grasa del hígado, la fragilidad de las personas mayores, el deterior cognitivo e incluso el cáncer", explica el doctor.
Sin embargo, la dieta que tomamos como mediterránea muchas veces no lo es porque añadimos alimentos que se han introducido en nuestro país los últimos años y eliminamos otros que son fundamentales, como es el caso de las legumbres. Martínez-González nos propone en el vídeo el semáforo de los alimentos que sí y los que debemos eliminar. Muchos son sorprendentes, (dale al play).
Diez grandes mentiras de la alimentación
Además del semáforo, el doctor no alerta de diez mitos y leyendas carentes de fundamento que asegura "se han creado intencionalmente por intereses puramente comerciales". Nos cuenta cuales son:
Debemos beber tres vasos de leche al día: "Es rigurosamente falso, existen otras fuentes de calcio como el pescado azul, las espinacas o las alubias. Los lácteos tienen beneficios, pero también inconvenientes".
Habría que prohibir el café como otras drogas: "Toda la evidencia sólida demuestra una reducción de la mortalidad prematura y de la diabetes, son ventajas para el consumo de café – nunca de pastillas de cafeína-".
La pizza es un alimento típicamente mediterráneo: "Es más bien un dispositivo de liberación rápida de grasa saturada y contiene mucha sal. Nunca debe suplir a alimentos frescos".
Debemos prohibir el consumo de huevo a aquel que tenga colesterol: "Recientemente hemos publicado un macro estudio y podemos decir vía libre. La única precaución es que los diabéticos no consuman más de cuatro a la semana".
Los frutos secos y el aceite de oliva engordan: "Los frutos secos se asocian a menor perímetro de la cintura. Esto es el buque insignia de la dieta mediterránea".
No hay nada malo en el azúcar porque nuestro cerebro lo necesita: "Hay que distinguir el azúcar añadido de los naturales. Estos últimos no son un problema, los otros sí. La industria sabe que el azúcar es barato, engancha y vende por lo que se pone a absolutamente todo".
Las patatas son buque insignia de la dieta mediterránea: "No se deben incluir en el grupo de verduras. Depende de la condición física, si existe obesidad abdominal y sedentarismo es como consumir azúcar".
No hay ningún problema grave con la sal: "Es donde más fallamos. No es solo la del salero, también es la de los ultraprocesados. Es lo que tapa una mala cocina y se asocia mucho con la tensión alta".
La cerveza es saludable e ideal para hidratarse: "Tiene propiedades diuréticas, lo que significa que hace que aumente la pérdida de agua, por lo que nos deshidrata".
Es normal engordar con la edad: "Lo ideal para la salud es mantener el mismo peso y la misma cintura a los 60 que a los 25. Se trata de ejercer un dominio racional sobre las apetencias".