El origen de las Grecas o cómo quisieron llevar a Jimi Hendrix al mundo quinqui

Las Grecas vivieron un éxito tremendo pero fugaz en los años 70 y protagonizaron posteriormente un drama de película, pero hoy son todo un icono de la cultura quinqui que ha reivindicado la mismísima Rosalía. En el vídeo de esta semana de 'Salseo Quinqui' el crítico musical José Manuel Gufi rememora los orígenes de las hermanas Tina y Carmela Muñoz, dos gitanas tremendamente modernas en su época que llevaron el rock de Jimi Hendrix al mundo caló.

Cuando ambas eran adolescentes emigran a Argentina acompañando a su padre y allí comienzan a hacerse notar en las fiestas de la comunidad española. De regreso a Madrid en 1970, se buscan la vida en los tablaos flamencos. La mismísima Lola Flores las contrata para su Caripén y ahí aparece el productor José Luis de Carlos, quien las ve cantar tangos con poderío y enseguida se las imagina con una banda de rock detrás con los arreglos de Pepe Nieto. Cuando éste las oye exclama "parecen dos negras cantando desnudas".

'Te estoy amando localmente', el pelotazo

Graban 'Te estoy amando locamente' y se convierte en un fenómeno desbordante, gracias también a la magnética imagen que proyectan y a su personal coreografía. Llega a vender 500.000 copias y se integraría en su primer álbum, 'Gipsy Rock', en el que también figura su versión de 'Achilipú', el gran éxito de Dolores Vargas 'la Terremoto' pasado por el tamiz guitarrero de De Carlos. Jamás volverían a tener un impacto igual.

El drama de Tina

En los ochenta a Tina le diagnostican esquizofrenia paranoide y su galopante toxicomanía no hace más que empeorar las cosas. En una de sus crisis ataca a su hermana clavándole un cuchillo en el hombro. Contrae el sida. Ingresa y escapa de varias clínicas psiquiátricas y termina vagabundeando por las calles del centro de Madrid. Muere en 1995.

Su hermana intenta reconstruir la marca de Las Grecas con una nueva formación, pero sin Tina nada es lo mismo. Se recuerdo, sin embargo, pervive en la cultura popular. Incluso una expresión coloquial tan popular y socorrida como "ponerse como las grecas" se la debemos a ellas.