El paladio, el metal precioso que es más valioso que el oro

  • Su proceso de extracción es complejo y caro porque se encuentra en aleación con otros metales

  • Solo unos pocos países en todo el mundo tienen el privilegio de contar con una mina de paladio

  • Entre sus múltiples propiedades destaca su capacidad para absorber enormes cantidades de hidrógeno molecular

En mayo pasado, la onza de paladio alcanzó los 3.018 dólares. Fue su máximo histórico y hay previsiones de que siga subiendo a medida que avance la recuperación económica mundial que impulsa su consumo. Incluso es más caro que el oro, que cotiza a 900 dólares menos. Con estas cifras, que nos ponen los ojos como platos, en Uppers nos preguntamos qué es el paladio y a qué se debe su demanda. De todos los metales preciosos comercializados, por qué es tan caro el paladio, dónde podemos encontrarlo y cómo se obtiene el paladio.

Nunca ha sido barato porque es escaso y sus aplicaciones son numerosísimas. Como siempre sucede, quien manda en el mercado del paladio es la ley de la oferta y la demanda. Su valía se debe a sus propiedades fisicoquímicas que lo han convertido en un material imprescindible en la fabricación de los catalizadores de los coches de gasolina y diésel. También se ha hecho indispensable en la producción de los condensadores y otros componentes de los dispositivos electrónicos.

¿Qué es el paladio?

El paladio, Pd en la tabla periódica de elementos, forma parte del grupo del platino con otros seis metales. Comparten propiedades fisicoquímicas similares. No se oxida en contacto con el aire, es blando y es maleable. De todo su grupo, es el menos denso y con el punto de fusión más bajo, pero lo más importante es que es capaz de absorber unas cantidades enormes de hidrógeno molecular (H2) a temperatura ambiente. En concreto, en los catalizadores de los coches absorbe hasta 900 veces su propio volumen.

¿Cómo se obtiene el paladio?

El principal problema del paladio es que no es un elemento accesible. La naturaleza es caprichosa y ha hecho que casi siempre se encuentre en aleaciones con otros metales de su mismo grupo, como el platino, el rodio o el rutenio. Es más, incluso en aleación con uno de sus máximos competidores en la bolsa: el oro. Por tanto, se necesita procesar una ingente cantidad de metales para conseguir una pequeña de paladio. Aquí está una de las razones de su elevado precio. Como única ventaja, en el difícil y cuantioso proceso de extracción, económicamente hablando, se obtienen el resto de metales con los que permanece bajo tierra además de otros igual de valiosos como el níquel o el cobre.

A su escasez y su elevado coste de extracción se añade el que hoy en día son muy pocos los países que producen paladio. Rusia es uno de ellos, aproximadamente acapara el 50% del mercado mundial gracias a las minas de los montes Urales. Las de Sudáfrica, Canadá, Estados Unidos, Etiopía y Australia suman el 50% restante.

Por otra parte, en los reactores de fisión nuclear actuales también es posible obtener paladio a partir de los desechos del combustible nuclear. Sin embargo, el elevado nivel de radiación emitida y el complejo procesamiento que implica hacen que este método de extracción se descarte.

¿Qué aplicaciones tiene el paladio?

En la industria automovilística se utiliza el paladio para revestir la malla cerámica que incorporan los catalizadores de los coches de gasolina y diésel. En concreto, el paladio absorbe grandes cantidades de hidrógeno molecular (gas inflamable, inodoro e incoloro) con lo que se consiguen reducir los gases nocivos que expulsan los motores de combustión interna. Se neutralizan las emisiones de monóxido de carbono e hidrocarburos y se transforman en dióxido de carbono y vapor de agua.

En cuanto a su uso en el campo de la electrónica de consumo, normalmente el paladio en aleación con la plata forma parte de los condensadores de las placas base de los ordenadores, los televisores o los equipos de sonido. También se emplea, pero en aleación con el níquel, como revestimiento de las zonas de contacto entre componentes eléctricos, además de en paneles de soldadura, como los utilizados en la joyería, debido a su robustez y durabilidad. En el mismo ámbito de la joyería destaca como material alternativo a la plata y al oro blanco. Además, es muy preciado en el sector de la fotografía y en el de la electroquímica.

Tal como apuntan los expertos en los mercados, el precio del paladio seguirá creciendo porque la industria del automóvil volverá a repuntar a medida que avance la economía después de la Covid-19. Del mismo modo, la extracción de este metal va a sufrir un ajuste a la baja. Según acaban de publicar medios de comunicación internacional, “el mayor productor mundial de paladio ha revelado que tras unas inundaciones en sus minas árticas se va a limitar la producción”.