Sharon Stone reivindica su cuerpo a los 64 con un topless: "Agradecidamente imperfecta"

Si por algo se ha caracterizado siempre Sharon Stone es por ser una mujer de gran fortaleza y sin filtros, unas características que a sus 64 años sigue poniendo por delante. Convertida en icono sexual desde joven, en su madurez no duda en utilizar su voz para exponer las situaciones por las que ha pasado a lo largo de su carrera y oponerse a los cánones de belleza que marca Hollywood y el resto del mundo mostrando así su faceta más reivindicativa, siempre a favor del envejecimiento y las imperfecciones que van surgiendo con el paso de los años.

El topless autocensurado

La actriz de ‘Instinto básico’ cuenta con más de tres millones de seguidores en su cuenta de Instagram, donde lo mismo te muestra el paisaje desde el balcón del hotel donde se aloja, que una imagen de uno de sus hijos o a ella misma de la forma más natural que puede, como precisamente en una de las últimas fotos que ha subido y que ha dado bastante que hablar.

En ella aparece en el jardín, con la parte baja del bikini y unos collares, ya que se ve que la intérprete estaba haciendo tranquilamente topless, pero la política de Instagram censura los pezones femeninos. Por eso mismo, en la imagen aparece con una toalla de rayas sobre los hombros que se los tapa mientras se ríe junto a un escueto texto: “Agradecidamente imperfecta en un día perfecto”.

Sin filtros ni retoques, la imagen cuenta con más de 200.000 me gustas en su perfil y cientos de comentarios tanto de fans como de amigos, entre ellos la supermodelo Paulina Porizkova, que le escribía “como una diosa, se ríe de los mortales”. A ella se sumaban comentarios agradeciéndole mostrar su cuerpo sin pudor y aceptándolo, reivindicando la belleza y la sexualidad femenina en las mujeres mayores de 60.

Los abortos que sufrió

La actriz siempre intenta hacer visibles problemas de las mujeres que en muchas ocasiones quedan opacados. Recientemente explicó que había perdido “nueve hijos por aborto espontáneo. No es poca cosa, ni física ni emocionalmente”, decía. Stone recalcaba como las mujeres no cuentan con “un foro para discutir la profundidad de esa pérdida. Se nos hace sentir que es algo que debemos soportar solas y en secreto con una especie de sensación de fracaso”.

La bofetada a un director

Su gran carácter lo ha mostrado siempre. En ‘Instinto básico’ y la mítica escena del cruce de piernas, Paul Verhoeven, el director, le pidió que se quitase las bragas con la escusa de la luz y el reflejo, diciéndole que no se vería nada. Sin embargo, aquel que haya visto la película sabe perfectamente que sí se ve, algo que la actriz supo en el primer visionado, en una sala repleta de gente. “Así fue como vi la imagen de mi vagina por primera vez”, escribió en su autobiografía.

"Éramos yo y mis partes ahí arriba. Tenía que tomar decisiones. Fui a la cabina de proyección, le di una bofetada a Paul, me fui, me metí en el coche y llamé a mi abogado, Marty Singer". Aunque pensó en denunciarlo, finalmente declinó esa opción al ser su gran oportunidad en el cine y un papel por el que tanto había luchado.