Los Beatles y los Beach Boys: una rivalidad que cambió la historia de la música

  • Giles Martin, el hijo de George Martin, legendario productor de los Beatles, acaba de firmar una nueva edición del álbum más célebre de los Beach Boys

  • A mediados de los años 60 estas dos bandas cambiarían para siempre la manera en que se hacían los álbumes de música popular

  • Los de Liverpool dieron el primer golpe con 'Rubber Soul' (1965) y los de California contestaron con 'Pet sounds' (1966), considerado por muchos una obra maestra

La pregunta en realidad nunca fue si los Beatles o los Rolling Stones. Y aunque a muchos amantes de la cultura popular el nombre de los Beach Boys le suene a música surfera para adolescentes, lo cierto es que era música surfera para adolescentes hecha por un genio: Brian Wilson. Y los Beatles fueron muy conscientes de ello. De hecho, fue tras escuchar el disco 'Pet sounds', que Paul McCartney decidió emprender un álbum conceptual que contara una historia y en el que no escatimaría recursos de producción. Así nacería el 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band', considerado un punto de inflexión en la historia de la música. Y no era la primera vez que una banda tiraba de la otra.

Hoy, Giles Martin, el hijo de George Martin, productor de la mayoría de discos de Los Beatles, acaba de entregar una nueva edición en sonido Dolby Atmos, de la placa más famosa de los Beach Boys. Una especie de cierre del círculo de influencias mutuas que corona una 'rivalidad' de décadas.

Almas de goma

Ambas bandas, en efecto, habían comenzado su andadura casi al mismo tiempo, en 1961 los Beach Boys, y en 1962 los Beatles (en su formación definitiva). Y durante los primeros años de la década, crearon grandes éxitos populares para consumo adolescente, beatlemanías aparte. Pero detrás de los 'I Saw Her Standing There' o los 'Surfin USA' había en ambos casos una enorme ambición artística que se canalizó de la misma manera: dejando de lado la histeria de los directos y centrándose en el estudio y la producción musical.

Tal vez la diferencia más notable es que en el caso de los Fab Four podríamos hablar de cuatro músicos extraordinarios en sus respectivos campos, mientras que en el caso de los californianos la diferencia entre el genio de Brian Wilson y sus compañeros era mucho más notoria.

El caso es que, motivados por esta necesidad de explorar los recursos del estudio de manera más creativa, Los Beatles crearon con su álbum de 1965, 'Rubber Soul' un producto innovador: por primera vez un disco de música popular sonaba a algo que era mucho más que un grupo de canciones juntas, sino que estaban relacionadas por la exploración de sonidos y la experimentación de recursos técnicos.

El infierno personal de Brian Wilson

Uno de los oyentes más atentos a esas técnicas revolucionarias fue el líder de los Beach Boys, que en ese momento se encontraba buscando su propio camino en los estudios. Wilson sigue considerando el 'Rubber Soul' el mejor álbum de todos los tiempos, pero a finales de 1965 y comienzos de 1966 lo único que quería hacer era superar ese disco, según sus propias palabras. "Quiero hacer el mejor albúm de todos los tiempos" de todos los tiempos le dijo a su esposa tras escuchar el disco de los Beatles. Y para muchos lo logró.

En más de una ocasión Paul McCartney ha dicho que su canción favorita de todos los tiempos no es otra que 'God Only Knows' que abre el lado B de ese legendario 'Pet Sounds' que lanzaron los Beach Boys un años después. El mismo le decía a Ronnie Wood en una entrevista que todavía le conmueve escucharla y que cuando le tocó cantarla por primera vez junto a Wilson, no podía contener las lágrimas.

Pero volviendo a la década de los 60, los Beatles quedaron profundamente impresionados con el disco de lo que habían logrado Wilson y los Beach Boys en el estudio. “Cuando lo escuché, dije: ‘Oh, Dios, este es el mejor elepé de todos los tiempos. ¿Qué vamos a hacer ahora?’" cuenta McCartney. Bueno, lo que hicieron fue el Sgt. Pepper y el resto es historia.

Lamentablemente para 1967 Wilson se encontraba sumergido ya en su propio infierno personal de esquizofrenia, drogas y alucinaciones, en parte producidas por sus traumas de infancia y estrés creativo, cuando apareció el disco de los Beatles, y no pudo completar Smile, el que hubiera sido el siguiente eslabón de esta cadena de influencias. El proyecto se convirtió en el disco no publicado más famoso de todos los tiempos.