Un hombre encuentra nueve millones de pesetas en botes de Nesquik reformando su casa

Hace una década Toño Piñero, que vive en la Comunidad Valenciana, se compró una casa en la aldea gallega de Pousada, una vivienda que aprovecha para restaurar poco a poco durante sus periodos de vacaciones con miras de que se convierta en su lugar de retiro en un futuro. Sin embargo, lo que no se esperaba durante todo ese proceso de restauración era encontrarse varios botes de Nesquik que no, no tenían cacao en polvo en su interior, sino que estaban lleno de billetes de pesetas.

Nueve millones de pesetas

Solo este verano se ha encontrado con cuatro millones de las antiguas pesetas en esos botes, algo más de 24.000 euros al cambio. Allí se encontraban billetes de 5.000 pesetas con la cara de un joven rey emérito. Pero no ha sido el único tesoro con el que se ha topado. En sus anteriores vacaciones, Piñeiro también encontró otros cuatro botes de la misma marca de cacao en polvo que también estaban llenos de las antiguas pesetas, aunque estos billetes tenían mucho más tiempo, datando de finales del franquismo.

En total, por el momento, Toño Piñeiro ha encontrado unos nueve millones de pesetas, alrededor de 54.000 euros que no podrá utilizar. Ese es su principal problema ahora. ¿Por qué? No es que nadie le reclame esa cantidad, lo que ocurre es que desde el 30 de junio de 2021 el Banco de España ya no cambia las pesetas a euros, por lo que ya no hay oportunidad de utilizarlo. Se calcula que en total se han quedado unos 1.575 millones de pesetas que no se cambiaron en su momento y ahora han caducado.

El hombre al que perteneció la vivienda

El diario El Progreso es el que ha contado el testimonio del hombre, que compró la vivienda cuando llevaba ya unas cuatro décadas deshabitada en la localidad que, actualmente, se encuentra deshabitada.

Según se relata, la propiedad perteneció en su momento a un hombre conocido como Manuel do Xentes, un hombre que trabajó en la fábrica de cerámica y ladrillos de la parroquia de Canabal, además de tratante de ganado. Además, varios vecinos afirmaron al periódico que una vez le ayudaron a abrir una sulfatadora para arreglarla y dentro se encontraron con que estaba llena de billetes y, de buena fe, se los devolvieron.

Aunque ya se ha encontrado con nueve millones de pesetas, no descarta seguir encontrando botes de Nesquik en la propiedad que está arreglando. “Cada vez que vengo acabo encontrando dinero. Igual en Navidad, cuando volvamos de Valencia para seguir con la obra, aparecen más”, cuenta.