¿Es una buena idea pedirle dinero prestado a un amigo o familiar?

Muchos hogares afrontan la cuesta de septiembre con el agua al cuello. La vuelta al cole, los precios disparados, los tipos de interés repuntando... En este contexto de dificultades para llegar a fin de mes, pedir un préstamo a un familiar o a un amigo cercano puede ser la forma más rápida y sencilla de conseguir financiación sin necesidad de pasar por un banco. Dice el refrán que "quien tiene un amigo, tiene un tesoro", pero quizás no sea tan buena idea recurrir a él. Los expertos de HelpHyCash señalan que hay tantas ventajas como inconvenientes que se deben valorar.

Ventajas de pedir un préstamo a una persona próxima

  • Sale más barato que ir a una financiera. No hay tipo de interés, o si lo hay es muy pequeño, destinado a compensar las molestias. A diferencia de las entidades financieras, que tienen un ánimo de lucro, un amigo de toda la vida, madre, padre o hermano te presta dinero como un favor personal. De hecho, si vuestra relación es buena y se fía de ti, es más que probable que te preste el dinero gratis.
  • Tardas menos tiempo en disponer del dinero. Las financieras suelen tardar varios días en estudiar la situación económica del solicitante y piden documentación para comprobar su solvencia. Un banco analizará tu situación sin sentimientos, basándose en criterios objetivos, como tu patrimonio, tu historial crediticio o tus ingresos. En cambio, un amigo o un familiar ya te conoce y desea ayudarte. Por ello, te podrá prestar el dinero mucho más rápido y sin tanta burocracia.
  • Puedes pactar las condiciones de devolución. En principio, un particular será más flexible con el plazo para saldar la deuda. Puedes negociar de tú a tú las condiciones de devolución del préstamo con más margen de permisividad por parte de la persona que presta. Si tienes que devolver el dinero antes, un familiar o un amigo no te va a cobrar intereses de devolución anticipada. Y si llegado al momento del plazo aún no puedes pagar te puede dar más margen que una financiera. Será más comprensivo y te dará facilidades para devolver el dinero como puedas.

Desventajas de pedir un préstamo entre particulares

  • Tu relación puede ponerse en riesgo. Si no cumples con las condiciones pactadas, no pagas lo que debes en el tiempo acordado o, directamente, decides no saldar el total de la deuda, la situación entre vosotros se puede deteriorar muy rápidamente. No sería la primera vez que se rompe una amistad o una familia por problemas relacionados con el dinero.
  • Cambian los términos de la relación. Ten en cuenta que la persona que te ha prestado dinero ya no es solamente un amigo, o un familiar. Es la persona a la que debes una cantidad. Por muy flexible y comprensiva que sea, puede haber un sutil cambio en la relación. En el peor de los casos, puede ocurrir que te haga comentarios recriminatorios sobre tu modo de vida. Lo cierto es que se establece una nueva relación de poder que no siempre es saludable.
  • Puedes tener problemas con Hacienda si no formalizas el contrato correctamente. Para que no lo considere una donación encubierta, en el contrato deben reflejarse todas las condiciones del préstamo: importe prestado, interés, modo de devolución… Además, tendrás que presentar el modelo 600 ante tu delegación de la Agencia Tributaria para que quede constancia de que un particular te ha prestado dinero. En otras palabras, los créditos entre amigos o familiares también conllevan papeleo. 
  • Si no pagas las cuotas, te puede reclamar la deuda judicialmente, igual que si fuera un banco. Puede incluso solicitar el embargo de los bienes que constituyan la garantía del crédito. Los préstamos entre particulares normalmente tienen una garantía personal, así que tu prestamista podría solicitar el embargo de todos tus bienes personales, presentes y futuros.

Al final, pedir un préstamo a un familiar conlleva unos riesgos que tal vez quieras evitar. Si no estás dispuesto a poner en jaque una relación personal, la alternativa es solicitar el crédito a una financiera. Lógicamente, te saldrá más caro, pero no tendrás que pagar muchos intereses si eliges bien a tu entidad.

Si estás dispuesto a correr esos riesgos, ten mucho respeto a la hora de  pedir dinero a un familiar o a un amigo. Sé honesto sobre tu situación y no hagas falsas promesas solo por conseguir el préstamo. Recuerda que quien te vaya a prestar el dinero es alguien importante en tu vida, y piensa en las consecuencias a largo plazo de tus actos. Explica claramente para qué vas a utilizar el dinero y expón tus objetivos a medio plazo. Que te dejen dinero es una gran prueba de confianza, y tienes la obligación moral de hacer todo lo posible para devolver el dinero, cuanto antes mejor.