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Es hora de hacer limpieza en casa y revisar hasta el último cajón, en los altillos y al fondo del trastero. Puede que en algún lugar hayan quedado olvidadas envueltas en un pañuelo esas monedas españolas que conservó el abuelo. Tal vez no valgan nada o tal vez sí y conviene averiguarlo. En Uppers nos han explicado qué monedas españolas valen más de 100.000 euros y cómo los coleccionistas están dispuestos a pagar cantidades importantes por ciertos ejemplares.
Quién pone un valor a cada moneda que ya no es de curso legal es la numismática, una ciencia que parte de la arqueología y que estudia las monedas o las medallas que cada nación ha ido acuñando a los largo de los siglos como forma de pago. La numismática también es la afición a coleccionar estos objetos incluyendo a los billetes o a los títulos valor. Todos ellos son un testimonio de la historia de la economía, del comercio y de la política.
Todavía quedan muchísimos vestigios de esas formas de pago sin descubrir o que se han ido guardando escrupulosamente generación tras generación. Cuando salen a la luz monedas cuyo valor es realmente elevado sacan de un apuro económico significativo o simplemente facilitan el día a día porque ya no merezca la pena que sigan escondidas. Según son los expertos en numismática ciertas monedas antiguas, que ya no las cambia el Banco de España por monedas de curso legal, podrían alcanzar un valor de hasta 100.000 euros y muchísimo mayor en una subasta o con la venta directa a un coleccionista.
Según los expertos en numismática, estas son las monedas antiguas de mayor valor en el mercado actual:
En 1609 y en 1633 se acuñó en España el Centén segoviano. Según se registró en 2009 se vendió una unidad por un precio de 800.000 euros. Aún no se ha vuelto a subastar otro ejemplar, pero actualmente el valor del Centén segoviano sería superior.
Durante el reinado de Amadeo I de Saboya, en 1871, se acuñó una moneda de cien pesetas en oro amarillo. En 2018 se subastó una de ellas por 114.000 euros y al año siguiente se subastó otra que ya elevó su valor hasta los 164.000 euros.
Era 1969 cuando se acuñaron unos pocos ejemplares de una moneda de cinco pesetas en plata a la que se la bautizó como el “duro”. El objetivo era hacer un obsequio a las nuevas autoridades de España. Esa finalidad y el hecho de ser una edición limitada provocó que tras la reforma monetaria su valor en el mercado de la numismática comenzara a crecer.
Con la Primera República española de 1873 se acuñaron doce monedas de 100 pesetas muy particulares y que además se las considera como uno de los tipos más raros. En una de sus caras aparece la figura de Hispania con una rama de olivo en su mano izquierda. Hace un año se subastó una de ellas por 460.000 euros.
Durante el reinado de Felipe IV, en el año 1652, se acuñó en Pamplona la “onza española”. El valor de la moneda era de ocho escudos y su peso alcanzaba los 27 gramos. En una subasta celebrada en 2012 se vendió una se ellas por 614.250 euros.