En los últimos meses hemos podido ver como la inflación ha ido disminuyendo. Una buena noticia, sí, pero la cesta de la compra básica, sin esos caprichos que nos tientan entre los pasillos del supermercado, sigue siendo más cara, aunque se ha logrado cierta rebaja con la supresión del IVA en los productos básicos. No obstante, parece que el conocido como efecto Giffen se está produciendo en España. ¿Qué es? Ocurre cuando, pese a la subida de precio de determinado bien o producto, su demanda también crece. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué está pasando?
Hace solo unos días un informe de Facua señalaba que cuatro de cada diez alimentos han subido sus precios más de un 30% en solo un año. Todo este panorama ha hecho que se ponga el ojo en el efecto Giffen que estableció en el siglo XIX el economista británico Robert Giffen. Este, pese a que la lógica decía que si el precio de un producto subía, su demanda disminuía, se percató que no era el caso de las patatas, que aumentaban su precio a la vez que su demanda porque era un producto que la población, pese a tener menos poder adquisitivo, podía seguir permitiéndose.
Entonces llega la gran pregunta, ¿estamos viviendo un efecto Giffen? El economista Santiago Niño Becerra ha hablado de ello en los últimos días en sus redes sociales. “En España se ha eliminado o reducido el IVA de una serie de bienes considerados básicos. Imaginamos que la inflación continúa y el catálogo de estos bienes se incrementa. Por su propia categoría, estos bienes son mayoritariamente consumidos por rentas medias bajas y bajas, por lo que su demanda continuará y hasta puede que se incremente porque para estas rentas son bienes asequibles”, expone, haciendo referencia al efecto Giffen.
“¿Nos hallamos en un escenario Giffen?”, se pregunta el economista. Lo cierto es que para que un producto se considere un bien Giffen se deben cumplir ciertos puntos. Entre ellos, que sea un bien inferior, es decir, que se consumirá más cuando disminuya la renta; adquirirlo es una parte importante de la renta de las familias; y que haya escasez de sustitutos o estos sean mucho más caros.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, podríamos estar en un comienzo del efecto Giffen, donde los productos básicos, pese a aumentar su precio, siguen siendo más asequibles que los denominados bienes Veblen, que cuentan con una mayor demanda cuando su renta es más alta porque se trata de productos de lujo o exclusivos. Por tanto, y aunque sean más caros, su demanda seguirá aumentando porque siguen siendo la opción más asequible al bolsillo en un momento de incertidumbre económica.