Los expertos ponen cifras: esto es lo que costará vivir en un país envejecido

  • La deuda llegará al 186% y pagaremos un 7% del PIB en intereses

  • El desempleo bajará al 7%, especialmente el de mayores de 50 años

  • El gasto en pensiones subirá al 16% del PIB

El envejecimiento y el cambio climático son los dos retos más certeros y determinantes que tendremos que afrontar en este siglo. En pleno debate sobre si la reforma de las pensiones es la que necesitamos o no, la AIReF ha publicado un detallado estudio que va un poco más allá, y pone números a lo que nos costará como sociedad ser cada vez más viejos. No solo son las pensiones, el envejecimiento de la población supondrá más gasto en sanidad y en cuidados. Esto es lo que nos depara el futuro según la AIReF.

Envejecimiento

Somos el país europeo con menor tasa de natalidad, 1,2 hijos por mujer, y donde se vive más años, 81 los hombres y 86 las mujeres, por lo tanto, si no cambian las cosas, el futuro es claro, seremos el país con más viejos de Europa. Cada vez hay generaciones menos numerosas de mujeres en edad de ser madres y la edad media a la maternidad se sitúa ya en 32,2 años de media en España, 4 años más que en 1980, frente a los 30,1 de Europa. El futuro que pinta la AIReF es que el número de hijos por mujer se situaría en 1,4 en 2050, ascendiendo a 1,5 en 2070, ambos valores inferiores a la tasa de reposición.

Los españoles somos muy longevos, y las mujeres, las más longevas de Europa, y seguiremos así. La AIReF estima que en conjunto, la esperanza de vida al nacer se situará en 87 años en 2050, ascendiendo a 89,1 años en 2070. Y viviremos más años tras la jubilación, ya que hoy vivimos 21 años después de los 65, y en 2070 se estima que llegaremos a vivir 26 años más después de los 65, aunque seguramente entonces la edad de jubilación también haya aumentado.

La esperanza para rejuvenecer la sociedad está en la inmigración. Se espera que lleguen a España 235 mil personas al año entre 2020 y 2050, y casi 340 mil personas al año en el periodo 2051-2070, que procederán principalmente de Marruecos, Venezuela, Colombia, Perú, Argentina y en menor medida de Senegal y Nigeria.  Hoy la población extranjera es el 11%, en 2070 será el 20%.

Trabajo

La población total de España aumentará desde los 47,4 millones de 2022 hasta unos 50,3 millones en 2050 y 52,1 millones en 2070, pero la población en edad de trabajar cambiará poco y eso es un problema.

La población en edad de trabajar, entre 16 y 66 años, se prevé que permanezca más o menos estable, en torno a 32,3 millones, hasta el año 2030. A partir de dicho momento se estima un paulatino descenso, por la jubilación de los boomers, que alcanzaría su valor mínimo, de 28,8 millones en el año 2051. A partir de este momento la población en edad de trabajar remontaría hasta alcanzar los 31 millones en 2070. Ese periodo, de 2030 a 2050 es el periodo crítico para las cuentas del Estado, el abismo que deberemos saltar.

La tasa de dependencia de mayores, esto es, la población mayor de 66 años sobre población en edad de trabajar, pasa del 27% de 2022, al 51% en 2050, para bajar ligeramente en 2070 al 46%. Si hoy hay más de 3 trabajadores por jubilado, en 2050 habrá sólo uno.

Una de las maneras de paliar los inconvenientes de que haya menos trabajadores que inactivos es que los que trabajen, produzcan más y haya más riqueza para repartir. En esto tiene mucho que decir el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia que está poniendo en marcha España con ayuda de los fondos europeos. Si funciona bien, produciremos más riqueza con menos gente, y se podrá pagar un Estado de Bienestar similar al actual.

Mirando el lado positivo, la AIReF también avanza que el paro se reducirá hasta el 7% en 2050. Habiendo menos gente para trabajar, el empleo llegaría a más personas, aumentaría la tasa de actividad y disminuirían las bolsas de parados de larga duración, especialmente de los mayores de 50 años.

Pensiones

La AIReF estima que el gasto en pensiones, incluyendo clases pasivas, alcanzará el 16% del PIB en 2050 y se reducirá posteriormente hasta el 14% en 2070. Actualmente gastamos el 12% del PIB en pensiones, y la reforma recién aprobada se compromete con Bruselas a no sobrepasar el 15% en ningún momento, o se deberán tomar nuevas medidas. Según la AIReF, habrá que tomar nuevas medidas.

Pero atentos a esto, la tasa de cobertura, es decir, la relación entre la pensión media y el salario medio, se va a reducir considerablemente. Esta tasa va a disminuir del 63% en 2021 al 54% en 2050. Posteriormente esta tasa disminuye al 50% en 2070 debido a un menor crecimiento de la pensión media que el crecimiento asignado a los salarios en el modelo de pensiones. En 2050 la tasa sería del 52% de tenerse en cuenta sólo las pensiones de la Seguridad Social.

Sanidad y cuidados

A más edad, más necesidad de atención sanitaria. La AIReF prevé que el gasto en sanidad aumente 1,3 puntos de PIB entre 2026 y 2050 y se mantenga hasta 2070. Hasta 2050, el aumento de la edad de la población por el envejecimiento de los boomers aumenta el gasto. Sin embargo, a partir de 2050, el gasto comienza a moderarse, principalmente por el menor peso de la población envejecida sobre el total.

También tendrá un mayor coste cuidar a los más mayores. El gasto en cuidados de larga duración aumentará 1 punto del PIB de 2026 a 2050 y tres décimas más de 2050 a 2070.

Deuda

La consecuencia del aumento de gasto que produce el envejecimiento en las cuentas públicas es una escalada de la deuda preocupante. Según los cálculos del estudio, la ratio de deuda alcanzará el 186% del PIB en 2070, lo que supondrá una carga tremenda en intereses que tendrán que pagar las generaciones que nos siguen. Si ahora pagamos algo más del 2% del PIB en intereses, en 2070 se tendrá que destinar el 7% del PIB a pagar la deuda.

Pero no nos pongamos en lo peor. Los cálculos a largo plazo en economía no suelen acertar, porque están sujetos a muchas variables. ¿Quién hubiera predicho una pandemia global, o una guerra en Europa en pleno siglo XXI? La propia entidad advierte de que las estimaciones no tienen en cuenta otros fenómenos distintos de la demografía que con certeza incidirán sobre el crecimiento y las cuentas públicas, como el cambio climático, los avances tecnológicos, o la aplicación de las reglas fiscales. Sin embargo sí son indicadores de las medidas que deberíamos tomar hoy para que mañana no nos pille el toro.