{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Este mes de enero los pensionistas españoles cobrarán la conocida “paguilla”, una paga extra de la pensión que tiene el objetivo de compensar la pérdida de poder adquisitivo experimentada a lo largo del año por culpa de la inflación.
La cuantía de la paguilla se calcula realizando una media de los datos del Índice de Precios de Consumo (IPC) registrados entre el mes de diciembre y el mes de noviembre y contraponiendo este dato con la inflación prevista para el ejercicio. Este año, como la previsión del Gobierno situaba el IPC en torno al 0,9% y la escalada de precios fue, finalmente, del 2,5%, el Estado compensará esa diferencia de 1,6 puntos en una paga única de 232 euros, que ascenderá hasta los 267,6 euros en el caso de los jubilados y descenderá hasta los 166 en el caso de las personas viudas.
Estos ingresos llegarán a las cuentas de los beneficiarios a mediados de enero, según lo previsto, aunque la fecha exacta variará en función de cada banco. Con esta compensación, el Gobierno invertirá 1.900 millones de euros, una cifra a la que, además, habrá que sumar otros 1.900 millones para consolidar la nómina de las pensiones de cara al ejercicio de 2022.
El presupuesto total, por tanto, se situará en torno a los 3.800 millones de euros. A esta cuantía tendrán acceso todos los pensionistas que reciban su pensión en catorce pagas, como pueden ser los beneficiarios de las prestaciones de orfandad, jubilación o viudedad, que se entregan en doce pagas ordinarias y dos extraordinarias, así como los 340.000 usuarios del Ingreso Mínimo Vital, a los que se les aplicará una subida del 1,6% en su renta que se sumará al incremento del 3% que recibirán por su prestación.
Por el contrario, quedan fuera de las ayudas todos aquellos pensionistas que reciban sus prestaciones en doce pagas y todos los beneficiarios de las pensiones por incapacidad permanente total, absoluta o por una invalidez provocada por una enfermedad o accidente de trabajo, ya que en estos casos la compensación económica se aplica de manera prorrateada durante los doce meses del año.
La paga extra de este mes de enero será, previsiblemente, la última de la que disfrutarán los pensionistas, ya que con la entrada en vigor de la reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno y los agentes sociales se utilizará un nuevo mecanismo de revalorización de las pensiones relacionado con la inflación media anual.
En concreto, con este nuevo criterio, la revalorización de las pensiones ya no se calculará contrastando el IPC previsto para el año con el IPC real, sino que se realizará en base a la evolución media de este índice durante el año anterior, es decir, entre diciembre y noviembre. De este modo, se eliminará la desviación entre el incremento de las pensiones y el aumento de los precios, lo que, consecuentemente, hará desaparecer la paguilla compensatoria.
Es decir: a partir de ahora, las pensiones empezarán a revalorizarse tanto como haya aumentado, de media, el IPC en el ejercicio anterior. En caso de que la inflación sea negativa, algo que ya ocurrió en 2020 y que tuvo como consecuencia la ausencia de la paguilla durante el ejercicio de 2021, no se recortará, sin embargo, la cuantía de las pensiones. El mecanismo de revaloración se revisará, asimismo, periódicamente cada cinco años.