La reforma en tu día a día: cómo afecta a tu trabajo y a tu pensión cada nueva medida

  • Tu pensión subirá cada año con la media del IPC

  • Trabajar unos meses más saldrá rentable

  • Queda lo más espinoso para 2022

El Congreso ha aprobado la primera parte de la reforma de las pensiones, con los votos en contra del PP, Vox y Ciudadanos. Desde el 1 de enero de 2022 cambiará la Ley que rige tu trabajo y las pensiones actuales y futuras. Te contamos cómo te afecta cada medida aprobada.

Subida del IPC

A partir de ahora, y si otra reforma no lo cambia, la pensión subirá todos los años conforme a la media del IPC del año anterior. Así, en 2022 todas las pensiones subirán un 2,5%, que es la media del IPC en 2021. Si tu pensión es de 1.000 euros, subirá 25 euros al mes; 37 euros y medio al mes, si tienes una pensión de 1.500 euros; 50 euros mensuales para las de 2.000 euros; y 67,5 euros al mes para las máximas de 2.700 euros.

No jubilarse antes de tiempo

La reforma busca mantenernos más tiempo en el mercado de trabajo. No cambia la edad de jubilación ordinaria, que de aquí a 2027 se irá acercando de dos meses en dos meses a los 67 años. (En 2022 será de 66 años y dos meses; en 2023 será de 66 años y cuatro meses, y así sucesivamente hasta que en 2027 se fije en los 67 años).

Pero sí cambian las condiciones de la jubilación anticipada, especialmente si es voluntaria. Para estos casos, los coeficientes reductores se aplicarán mensualmente, y no trimestralmente como hasta ahora. Saldrás perjudicado si te jubilas anticipadamente 24 o 23 meses antes de la edad ordinaria. Y también si lo haces hasta cuatro meses antes de que te toque de forma ordinaria. Lo que se pretende es que los que quieran jubilarse anticipadamente, al menos se queden unos meses más trabajando.

Las jubilaciones anticipadas involuntarias se quedan prácticamente igual. Se amplían las causas de despido para acceder a esta modalidad a todas las causas objetivas (traslados forzosos, impago del empresario, modificación sustancial de condiciones de trabajo, etcétera). Estos trabajadores eran tratados como “falsos voluntarios”. Ahora se amplía su derecho a anticipar la jubilación hasta los 4 años y lo hacen con menor coeficiente reductor.

Para aquellos jubilados anticipados que han tenido carreras de más de 44 años y seis meses con pensiones menores de 900 euros se les reconoce un complemento. Los afectados han mostrado su indignación ante esta situación, ya que la gran mayoría tienen pensiones superiores a 900 euros.

Demorar sale rentable

Los que quieran seguir trabajando más allá de la edad ordinaria tendrán premio. Cada año que retrasen la jubilación su base reguladora subirá un 4%, siempre que tengas los 15 años exigidos para tener una pensión. Si tienes una base reguladora de 1.500 euros y retrasas un año tu jubilación, ganarás 840 euros más al año, y la subida en tu pensión se mantiene para toda la vida.

La Ley también establece que se podrá cobrar el aumento en una sola cantidad a tanto alzado de entre los 5.000 y los 12.000 euros según el importe de tu pensión, o con una combinación de ambas opciones. Este punto debe ser desarrollado reglamentariamente.

Adiós a las jubilaciones forzosas

La nueva Ley pondrá más difícil a los empresarios mandar a la jubilación a los trabajadores cuando cumplan la edad ordinaria aunque ellos no quieran. Hasta ahora era práctica habitual en los convenios colectivos incluir esta cláusula de jubilación forzosa. A partir de ahora, los convenios colectivos no podrán incluirla hasta cumplidos los 68 años, 72 años en el caso de notarios y registradores de la propiedad.

Gastos impropios

Otra medida adoptada es la de traspasar progresivamente en los próximos dos años 22.500 millones de euros, que ahora paga la Seguridad Social y que desde ahora tendrá que pagar el Estado a través de los Presupuestos Generales. Es lo que el Pacto de Toledo denominó separación de fuentes de financiación. El Gobierno no ha explicado cómo se van a conseguir estos 22.500 millones cada año, pero sólo hay dos maneras, o se suben impuestos, o se recortan otras partidas de los Presupuestos.

Mecanismo de Equidad Intergeneracional

Una medida que afecta a todos los trabajadores actuales es el Mecanismo de Equidad Intergeneracional que se pondrá en marcha a partir de 2023 y hasta 2032. Se trata de subir las cotizaciones de los trabajadores un 0,6% para llenar la hucha de las pensiones. El 0,5% del aumento de cotización lo pone el empresario y el 0,1%, el trabajador. Con lo recaudado se pretende crear un colchón de ahorro que ayude a afrontar el aumento de gasto previsto con la llegada de los boomers a la jubilación.

Viudedad en parejas de hecho

A partir del año que viene las parejas de hecho podrán acceder a la pensión de viudedad en igualdad de condiciones que los matrimonios. Ya no se les exigirá el requisito de tener unos ingresos determinados.

Lo que queda pendiente

El año que viene se negociará la segunda parte de la reforma, la más delicada, con algunas medidas especialmente espinosas.

  • La cotización de los autónomos por sus ingresos reales. La medida estaba prevista para 2022, pero el Gobierno se ha dado un año para estudiar la situación, ya que existen dificultades técnicas para determinar los rendimientos netos de los autónomos del sistema de módulos, los familiares, los nuevos emprendedores o los societarios. En principio, la cuota seguirá siendo voluntaria y el autónomo regularizará su cotización cada año al final de su ejercicio fiscal que será cuando se determinen sus verdaderos ingresos reales. Se podrá cambiar de base de cotización seis veces al año para poder adecuarla a los rendimientos netos, y habrá un periodo de nueve años de transición.
  • Adecuar el periodo de cálculo. El Plan de Recuperación enviado a Bruselas plantea "adecuar a la realidad actual de las carreras profesionales el periodo de cómputo para el cálculo de la base reguladora de la pensión de jubilación". En Gobierno reconoce que "es importante complementar esta medida con otras que modulen sus efectos como la posibilidad de elección de años o la mejora del sistema de integración de lagunas de cotización". El cambio de sistema de cálculo beneficiaría a aquellos que han perdido su trabajo al final de su vida laboral y a las mujeres con carreras discontinuas. Pero según un estudio de las universidades de Valencia y Extremadura, ampliar el periodo de cómputo de 25 a 35 años supondría una bajada media de pensión del 8,8%. El Gobierno tiene hasta finales de 2022 para negociar esta medida con patronal y sindicatos.
  • Destopar las pensiones máximas. Actualmente, la base máxima de cotización está en 48.841 euros brutos al año (49.672 el año que viene). Todos los que ganan más, no cotizan por esa cantidad, ni ellos ni sus empresas. La idea es que se pueda cotizar por una base superior y también tener una pensión máxima superior a los 2.707 euros actuales.