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Cinco meses después de asumir el liderazgo del PP, Alberto Núñez Feijóo, tiene este martes su deseado cara a cara con Pedro Sánchez. Finalmente el presidente del Gobierno comparece en el Senado, tal y como el ‘popular’ reclamaba. Desde abril, Feijóo solo ha podido celebrar un debate con Sánchez en la Cámara Alta, en el marco de una sesión de control al Gobierno, pero en esa ocasión no pudo brillar y el presidente solventó el trámite sin problemas.
Feijóo confía en poder resarcirse ahora, aunque el formato sigue siendo favorable a Sánchez, que goza de tiempo ilimitado tanto en su exposición inicial como en sus réplicas. El ‘popular’ tratará de exprimir al máximo sus 15 minutos de discurso inicial. Pero ¿cómo afronta un líder, ya sea político o empresarial, el encuentro con su ‘archienemigo’? ¿Qué pautas debería tener en cuenta para salir airoso de un 'choque de trenes'? Julián Reyes, experto en liderazgo, coach en comunicación y autor de 'Método Zelenski: Como liderar desde la emoción', nos da algunas claves.
Este tipo de 'duelo de liderazgos' suelen estar marcados por la tensión, pero el grado de la misma antes y durante el encuentro lo va a determinar la persona que quiera generarla. Para Reyes, un líder debe afrontar este tipo de de encuentros desde la coherencia. Es decir, si su discurso habitual viene definido por la calma, el sosiego y la argumentación pausada, su "puesta en escena y estilo de comunicación deberían ir orientados en esa dirección, independientemente de que la otra parte suba el tono o incluso lance ataques verbales". "La coherencia es una de las cosa que más echamos de menos en los líderes", recuerda el experto.
¿Cómo debe prepararse un líder para afrontar un debate de estas características? Reyes esgrime tres consignas básicas: La primera es tener muy claro el mapa mental. Es importante tener muy definidas "cuáles son las cosas que quiero compartir, mis ideas principales y cómo transmitirlas con claridad sin salirme de mi mapa mental, por mucho que haya situaciones de tensión, o de nervios o de dificultad" generadas por el contrincante.
En segundo lugar, el coach destaca "algo que hace muy pocos líderes: preparar mi factor humano". Siendo importante seleccionar bien los principales mensajes que se quieren transmitir, no se trata solo de estudiarse el contenido de los frases, sino también de "cómo llego yo a ese momento, y cómo quiero llegar". El objetivo debe ser llegar a la cita "tranquilo, mostrar confianza y trasladar seguridad. Prepararme como ser humano, y no solo poner el foco en el mensaje". Esta pauta es aplicable a cualquier escenario en el que dos personas confrontan posturas y una de las dos partes quiere mostrar confianza.
Un tercer punto a tener en cuenta es la visualización. Se trata de "verse antes de ese momento como me quiero ver: consiguiendo los objetivos que quiero plantear. Me visualizo en ese escenario de éxito y cuando me enfrente a esa situación ya no será la primera vez que lo haga porque ya lo habré hecho". Esto ocurre porque la corteza prefrontal del cerebro no distingue entre lo imaginario y lo real. Por ello es de gran ayuda visualizarse como se quiere que suceda. No es extraño que esta técnica la utilicen muchos deportistas antes de afrontar una situación clave.
¿Qué ocurre si, pese a haberse visualizado obteniendo ese éxito, durante el cara a cara uno percibe que no está transcurriendo como debería, que está perdiendo el control de la situación? En ese caso, Reyes asegura que la clave está en "anular los pensamientos negativos". Es decir, hay que hacer todo lo posible para que la rumiación no afecte al presente de la comunicación y el cerebro no se ocupe con pensamientos negativos. Cuando se elevan los niveles de cortisol, también lo hacen los nervios y el estrés, afectando al control mental. "Cerrar la puerta cuanto antes a esos pensamientos y volver al presente comunicacional para fortalecer la concentración y recuperar la confianza", receta el experto.
Cuidar la imagen también es importante, pero más aún lo es el lenguaje corporal, lo que se transmite con él. Transmitir una imagen de seguridad durante la intervención, causar una buena impresión es fundamental, y para eso hay que saber controlar el tono de la voz, estudiar los gestos y las miradas, especialmente para la parte que "más se juega en el partido", que en el caso que nos ocupa es Feijóo, al ser su primer envite con el presidente.