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La falta de oportunidades laborales y de negocio, la escasez de infraestructuras, colegio o dispensario médico y los problemas de conexión a Internet son algunas de las circunstancias que han ido vaciando cientos de localidades de nuestro país.
En Uppers hemos comprobado que esa despoblación ha provocado que incluso se busquen propietarios para aldeas enteras y que algunas inmobiliarias hasta se especialicen en los pueblos en venta en España. Es el caso, por ejemplo, de la venta de un pueblo rural y deshabitado en Lleida por 990.000 euros.
Actualmente existen más de 3.000 pequeñas localidades y aldeas abandonadas. Lo positivo es que el confinamiento por el Covid-19 y el vernos encerrados entre cuatro paredes durante meses ha despertado nuestra necesidad primitiva de volver a contactar con la naturaleza.
Las inmobiliarias presentan en sus carteras fincas rústicas, bodegas, hoteles rurales, aldeas y pueblines que esperan a despertar de su letargo tras permanecer escondidos entre árboles y rodeados de montañas. Podrían convertirse en negocios prometedores o lugares para teletrabajar con el atractivo de respirar aire de verdad y escuchar a los pájaros sin estrés ni masificación.
El anuncio de este poblado rural de construcción antigua, a la venta por casi un millón de euros y con posibilidades de negociación, se encuentra entre otras propiedades de diferentes tamaños y precios. Pertenecen al pueblo de Camarasa, sito en Lleida, y da una idea del movimiento que se está generando en la zona.
La finca cuenta con siete casas de distintas superficies y edificaciones anexas. Se construyó en 1930. También dispone de una piscina de gran tamaño, una pista de tenis, un área destinada a la agricultura, jardines y múltiples zonas de bosque. Todo el conjunto está deshabitado y necesitaría reformas para transformarse en un lugar de descanso y conexión con la naturaleza. El paraje es muy bello, con una frondosa naturaleza y árboles centenarios.
Por el terreno corren las aguas del río Segre y el poblacho está en plena sierra del Montsec, una cordillera calcárea de más de 40 kilómetros de longitud entre las Comunidades Autónomas de Aragón y Cataluña. Concretamente, Camarasa está prácticamente a las puertas del Pirineo catalán más occidental.
Además, las altísimas elevaciones rocosas del Montsec y las aguas de sus ríos permiten que se realicen actividades como el rafting, la pesca, el parapente, el ala delta, el alpinismo, el senderismo, la escalada o la caza, entre muchas otras.
Incluso toda la zona es un reclamo para los turistas que buscan contemplar las estrellas gracias a la falta de contaminación lumínica. A 40 kilómetros de Camarasa se inauguró El Parc Astronòmic Montsec como punto de investigación, formación y divulgación de la astronomía.
Para el que tenga una cartera poderosa, este poblado de Lleida podría ser una oportunidad con la que emprender otro rumbo, al igual que sucede con otras aldeas también en venta en Cantabria, Asturias o La Rioja.