Siete platos carnívoros que sustituirán a las barbacoas de verano durante los meses de frío

  • Chuletones, solomillos, entrañas, guisos melosos y preparaciones casi idénticas a la parrilla. Platos para todos los tipos de carnívoros

La vida no descansa para el barbacoense de pro. Se acerca el invierno, así que ya no es tan apetecible organizar un ágape a la intemperie para todos esos invitados que venderían a su primogénito varón por echar mano de esa morcilla de Burgos y ese lomo bajo recién traídos de la carnicería. Con la nieve y el frío la inventiva de los gustosos de la barbacoa tiene que idear nuevas tretas, decentes platos carnívoros de interior para pasar los meses de frío.

Te damos alguna idea para que tu instinto depredador de sofá se calme y tu gula sanguina encuentre acomodo. Siete platos carnívoros y sus alternativas para pasar mejor el invierno.

Solomillo a la plancha

Una carne que no necesita presentación o aderezo y de la que hay que aprovechar hasta el aire que la envuelve. Un poco de sal maddon y ligero espolvoreo de comino viene bien. Puedes cambiarlo por un chuletón orterhouse con cebolla caramelizada o incluso pasarte al cerdo y rellenar el estómago con picaña, entraña o secreto ibérico a la plancha. Para los exquisitos: la deliciosa grasa de un magret de pato bien marcado en la plancha, que lleva una preparación similar, no es cosa menor.

Pierna de cordero asada al tomillo

El sabor especial del cordero y la textura lo hacen una carne ideal para el invierno y el calorcito del hogar. Quien dice pierna, dice chuletas de lechal estofadas o bien marcadas en la plancha. Sencillo y rápido. Hay muchas más recetas posibles para sustituir el sueño húmedo de la barbacoa con la tranquilidad de un salón a la luz de las velas y el olor de la plancha y el horno entrando por la napia: cuello de cordero asado relleno de setas, jarrete, carré con orejones bañado con miel. Y otras carnes pueden seguirle si el sabor resulta demasiado intenso: unos canelones de rabo de toro o una pieza de cabrito pueden proporcionarte el paraíso mientras sueñas con volver al jardín soleado, la cerveza fría y tus pinzas de la barbacoa.

Redondo de ternera asado

Otra receta imbatible que admite todo tipo de preparaciones según queramos conseguir un sabor más intenso (a la mostaza, por ejemplo; con salsa de boletus o incluso con una mezcla de quesos). Como a casi todas las carnes, le va muy bien el marinado previo en la nevera durante al menos 24h.

Pollo asado al curry

El tiempo de asado perfecto para el pollo augura litros de salsa churretosa y una pechuga que no se haya quedado seca. Como modalidad opcional puedes utilizar una olla de cocción lenta, que deja a la carne tierna y jugosa y te ahorra trajín en la cocina. Si el pollo no te gusta, este tipo de ollas cocinan los platos a baja temperatura de forma constante, así que piezas como un solomillo de cerdo pueden quedar deliciosas después de cocerse en sus propios jugos durante una decena de horas (busca también la receta con vermú). Si tienes una máquina de envasado al vacío para el solomillo, quedará todavía más rico.

Carrilleras

Al vino, al oporto, con chololate, con brandy en salsa de cerezas. De cerdo o de ternera, ya es cuestión de gustos. Las primeras tardan mucho menos en cocinarse que la segundas. El plato ideal para los que les guste una carne que se deshace en la boca. Sustitúyela por un rabo de toro o una receta tradicional de ossobuco acompañado de una buena pasta para empapar la salsa, y no te olvides de tu olla rápida. Habrá quien tenga todo el tiempo y el oro del rey Midas para las horas de cocción que necesitan, pero con una olla rápida quedan igual de buenas y te ahorras viajes a la cocina.

Milanesa de ternera

Una de las estrellas de la cocina argentina, imbatible como sustituto de la barbacoa clásica, con su aderezo extra: el queso y la salsa de tomate casera como el amor de un ancestro cocinero. Cada corte de la carne influye en el resultado final, siendo el de medio cm el ideal. Y, por descontado, la maña con el mazo de aplastar la carne para dejarla tan fina como una hoja de papel y deliciosa cuando fría en la sartén o se vaya directa al horno a fundir el queso con el tomate casero.

Cocido clásico

Latoso como él solo de preparar, pues para el chup chup del buen caldo conviene esperar unas horas y estar atento al dente de las verduras. También invertir en la calidad de las carnes: pollo (de corral), chorizo, morcillo y una buena tocinada que se haga grasa en la boca con solo mirarla. No hay plato mejor para el sentimiento polar que nos ha de embargar estos próximos meses.